La IA usará aún más energía en el futuro: ¿cuánto consumirá?


La Chispa trae noticias tecnológicas relevantes: expertos advierten que la IA usará aún más energía en el futuro. Este fenómeno, impulsado por el crecimiento masivo de la inteligencia artificial, está generando preocupación global entre científicos, ingenieros y ecologistas.
Un reciente informe señala que el uso exponencial de la IA duplicará el consumo de energía de los centros de datos para 2030. Y no solo se trata de electricidad: el uso de recursos hídricos también está en el centro del debate. ¿Cuánta agua consume ChatGPT?, por ejemplo, es una de las preguntas que se han planteado al analizar el impacto ambiental de estas tecnologías.
Proyecciones alarmantes: el impacto energético global de la IA
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el consumo energético de los centros de datos ya alcanza el 1.5 % de la demanda eléctrica mundial, equivalente a 415 TWh en 2024. Pero lo más preocupante es que la IA usará aún más energía en el futuro, con una proyección de 945 TWh para 2030.
Esto representa más del doble del consumo actual, acercándose al uso energético total de países industrializados como Japón. Este crecimiento desmedido está directamente relacionado con el aumento de los modelos de lenguaje, el entrenamiento de algoritmos avanzados y la creciente dependencia de servicios basados en IA.
¿Por qué la IA demandará tanta energía en los próximos años?
Los algoritmos de IA, especialmente los de aprendizaje profundo, requieren enormes cantidades de potencia de cálculo. Estos procesos involucran múltiples servidores trabajando 24/7 en centros de datos que necesitan electricidad constante para operar y sistemas de enfriamiento sofisticados para no sobrecalentarse.
Así, no es exagerado decir que la IA usará aún más energía en el futuro a medida que se integren soluciones inteligentes en industrias, ciudades, salud, educación y consumo cotidiano.
Consecuencias ambientales y necesidad de regulación energética
El crecimiento del uso de energía por parte de la inteligencia artificial no es solo un tema técnico. Tiene implicaciones serias para el cambio climático, el uso de recursos naturales y la infraestructura energética global. La sostenibilidad de la IA será uno de los desafíos más grandes de esta década.