Claudia Sheinbaum mantiene sólida aprobación tras un mes de mandato, pero enfrenta desafíos regionales
A un mes de asumir la presidencia, Claudia Sheinbaum Pardo cuenta con una aprobación nacional del 65.3%, una cifra que subraya su fuerte conexión con amplios sectores de la población. Sin embargo, los niveles de aceptación varían considerablemente entre distintas regiones, lo que resalta los retos de un país diverso tanto en expectativas como en desafíos locales.
Guerrero, Tabasco y Campeche: bastiones de apoyo
Según CE Research, los estados de Guerrero, Tabasco y Campeche lideran la simpatía hacia la presidenta. En estas entidades, los ciudadanos han expresado un respaldo notable, lo que algunos expertos atribuyen a las políticas de desarrollo social que Sheinbaum ha promovido y que buscan dar continuidad a programas populares iniciados en la administración pasada. La aprobación en estas regiones refleja las esperanzas de que los nuevos planes en combate a la pobreza y mejora en infraestructura beneficien a las zonas más vulnerables del país.
Desafíos en el Bajío y occidente
En Sinaloa, Michoacán y Guanajuato, la aprobación de Sheinbaum, aunque positiva, es menor comparada con otras entidades, ubicándose entre el 55 y 60%. En estos estados, la seguridad y el desarrollo económico son los principales puntos de preocupación para la ciudadanía. La mandataria ha señalado que su administración trabaja para enfrentar la violencia y mejorar las condiciones laborales en estas regiones, donde los índices de violencia y pobreza generan altas expectativas respecto a las políticas de seguridad pública.
Expectativas y desafíos para el sexenio
Más allá de su aprobación, Sheinbaum enfrenta grandes desafíos en temas prioritarios como la corrupción y la reducción de la pobreza. A nivel nacional, estas áreas han sido señaladas por la ciudadanía como las más urgentes, y se espera que su administración implemente políticas específicas que aborden estas problemáticas. Su compromiso en estos aspectos será clave para sostener el apoyo popular en los próximos años.
Al igual que su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, Sheinbaum inicia su presidencia con una sólida base de respaldo, lo cual podría ser fundamental para impulsar reformas significativas en temas que la ciudadanía considera prioritarios.