“No me separaré del legado de AMLO”: Sheinbaum
Presidenta manda mensaje a los poderosos ante un Zócalo pletórico
Janet Galindo
En un Zócalo lleno hasta las banderas, con el eco de miles de voces coreando su nombre, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo cerró su gira de informes “La Transformación Avanza” con un discurso en el que ratificó su fidelidad al legado de Andrés Manuel López Obrador y lanzó un claro mensaje a los “potentados” y a los “nostálgicos del viejo régimen”: la Cuarta Transformación seguirá su marcha, “porque tenemos convicciones y principios”.
“Andrés Manuel López Obrador fue, es y será siempre un ejemplo de honradez, austeridad y profundo amor al pueblo. Nunca se rindió, nunca se vendió a los poderosos, nunca se apartó de sus principios… y escúchenlo bien: su presidenta tampoco lo hará”, exclamó Sheinbaum, mientras la multitud agitaba banderas y carteles con frases como “Es un honor estar con Claudia hoy”.
Entre consignas y aplausos, la presidenta reafirmó que no se someterá a las presiones de los grupos de poder. “Por más duras que sean las presiones, sólo hacemos referencia a uno solo: al pueblo de México”, dijo. Su voz resonó en la Plaza de la Constitución, interrumpida de vez en cuando por el sonido de la bocina del Tren Interoceánico, que arrancó risas entre los asistentes.
En su mensaje, Sheinbaum hizo un balance de los logros económicos y sociales alcanzados en el primer año de su gobierno y en el sexenio previo: destacó que 13.5 millones de personas salieron de la pobreza entre 2018 y 2024, que la brecha de desigualdad se redujo de 27 a 14 veces y que México es hoy “el segundo país menos desigual del continente, sólo después de Canadá”.
También subrayó la estabilidad económica: “Nuestra moneda se mantiene por debajo de los 19 pesos por dólar, la inflación es de 3.7%, el desempleo del 2.7% y la inversión extranjera directa alcanzó cifras récord”.
Ante miles de simpatizantes, Sheinbaum defendió su modelo “humanista y popular”, basado en justicia social y bienestar: “El poder no es para enriquecerse, es para servir con humildad. Los recursos públicos son sagrados y se le devuelven al pueblo en derechos, programas y obras estratégicas para el desarrollo nacional”.
Entre los aplausos, la mandataria celebró la reforma al Poder Judicial, la recuperación de Pemex y CFE como empresas del pueblo, la incorporación de la Guardia Nacional a la Sedena y la prohibición de la reelección a partir de 2030. Además, reiteró su rechazo a cualquier tipo de injerencia extranjera: “México no acepta intervencionismo. Somos un país libre, independiente y soberano”, subrayó.
Durante su discurso, la presidenta destacó que el salario mínimo ha crecido 135% en términos reales, mientras la inflación se mantiene estable. “Decían que si subía el salario habría crisis… mentira. Subió el salario, creció la inversión y nuestra moneda se fortaleció”, enfatizó.
“No me separaré del legado de AMLO”: Sheinbaum
En un tono emotivo, Sheinbaum rindió homenaje a las mujeres mexicanas, a los migrantes y a los pueblos originarios: “Llegamos todas. Las mujeres estamos escribiendo una nueva historia, con dignidad, igualdad y justicia”.
Casi al final, su voz se quebró ligeramente al prometer: “No les voy a fallar. Mi compromiso es con el pueblo, con la patria, con la historia. Defenderé la soberanía y entregaré mi vida al bienestar de México”.
El Zócalo, colmado de luces, banderas y muñecas “Clauditas”, estalló entonces en una ovación que se extendió varios minutos.
“¡Es un honor estar con Claudia hoy!”, coreaban miles de gargantas, mientras la presidenta, con el rostro iluminado por los reflectores, alzaba la mano y concluía:
“La Cuarta Transformación avanza… y nada la va a detener”.
