ORACIÓN “YO ENVIARÉ MI ÁNGEL PARA QUE TE PROTEJA”
¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
“YO ENVIARÉ MI ÁNGEL PARA QUE TE PROTEJA”. Padre Santísimo: en este nuevo amanecer, ¡Te saludamos con inmenso regocijo, porque nos has dispuesto un ángel protector que nos guíe hasta el final de nuestra vida terrena, tal como lo hiciste con la Madre de Tu Hijo Amado!
Ver solo las cosas materiales y no tener presente el mundo invisible es no vivir y despreciar el más alto valor que Tú, Padre Santísimo nos has dado.
El mundo invisible solo se visualiza con la fe y con los ojos del espíritu. Padre: hoy estamos ante Ti para que abras los ojos de nuestro espíritu y aprovechemos esa inmensa riqueza que nos rodea y ese gran poder que por muchísimo tiempo no hemos aprovechado.
Si sufrimos muchos ataques del enemigo, si solo alcanzamos a ver nuestra pobreza, nuestra miseria, nuestra ignorancia y nuestra impotencia,
es debido a que no hemos aprendido lo que Tú nos enseñas en Tu Palabra de Vida: “He aquí, Yo enviaré un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te traiga al lugar que yo he preparado.
ORACIÓN “YO ENVIARÉ MI ÁNGEL PARA QUE TE PROTEJA”
Sé prudente delante de él y obedece su voz; no seas rebelde contra él, pues no perdonará tu rebelión, porque en él está Mi Nombre…” (Éxodo 23:20-21).
Ante esta profunda verdad tan poco apreciada y hasta sacada de contexto, no tenemos por qué cometer tantos desaciertos que a la postre, se convierten en debilidades, en enfermedades, en dolores y en desequilibrio económico.
Hoy estamos celebrando LA ENTRADA DE LA SANTÍSIMA MADRE DEL SALVADOR AL TEMPLO. En esta niña tan especial, vemos que se conduce con precisión decidida a consagrarse para ser LA PRIMERA ARCA SANTIFICADA,
que posteriormente será portadora de Tu Hijo Amado. ¡No hay duda de que ella obedeció la voz de su ángel! Esta Segunda Eva estaba contemplando el mundo espiritual. En cambio, nuestra madre Eva, perdió los ojos del espíritu al obedecer al ángel de la maldad que la desvió de Tu divina voluntad.
Gracias a esta Segunda Eva, quien cumplió desde su más tierna edad a cabalidad esto que fue anunciado por el Espíritu Santo:
“Escucha hija, mira y pon atento oído, olvida a tu pueblo y la casa de tu padre, y el rey se prendará de tu belleza. Él es tu Señor, ¡Póstrate ante Él!”” (Salmo 45:10-11).
Padre Santísimo: en esta celebración, nos vamos muy convencidos de que, para caminar en Tu presencia nos es necesario abrir los ojos del espíritu y ¡jamás dejar de contemplar el mundo espiritual,
porque solamente así podemos caminar con paso firme, tal como nos lo enseña La Madre del Salvador. ¿Cómo escuchar la voz divina, mantener fijos nuestros oídos, olvidarnos de la comodidad de la casa de nuestros padres?
Eso será factible desde el momento en que veamos con los ojos del espíritu que TÚ, TU HIJO AMADO Y TU ESPÍRITU SANTO están prendados de nuestra belleza, de nuestro altísimo valor y de nuestra grandeza. Nos es urgente ver la inmensa riqueza y el gran potencial que ya tenemos, pero que necesitamos ponerlo en movimiento con la ayuda de la gracia.
Nuestro ángel está para protegernos de todo peligro, pero necesitamos visualizarlo y tenerlo presente en cada decisión que tengamos que tomar, porque él es portador de Tu divina voluntad y actúa en Nombre Tuyo, Padre Santísimo.
Nuestra Madre Santísima, LA SEGUNDA EVA, se dejó conducir por la inspiración de su ángel protector que, desde niña, se olvidó de la comodidad de su hogar,
siguió con fidelidad la voz que le habló al oído y se convirtió en la inauguradora de la gracia. ¡Fue la primera nave santificada, que se preparaba para que en sus entrañas virginales se posara el Espíritu Santo y se encarnara TU HIJO AMADO!
Si esta niña se dejó conducir desde su tierna infancia por la voz divina, ¿por qué nosotros no lo vamos a hacer? ¡No nos importa la edad para saber obedecer la voz de nuestro ángel!
Padre Amado: ¡Desde hoy estaremos atentos a su voz y veremos con los ojos del espíritu las maravillas y las riquezas que para nosotros has dispuesto!
¡Con la alegría motivadora de ESTA NIÑA BIENAVENTURADA, nos vamos a celebrarla, porque ella es NUESTRA NUEVA MADRE EVA! ¡ELLA NOS TRAJO AL REDENTOR!
¡ELLA NOS ENSEÑA A HACER TU DIVINA VOLUNTAD MANIFIESTA EN TU PALABRA DE VIDA! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+