El PNR prevé recuperar el patrimonio cultural dañado en los sismos de 2017
La secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, informó que, el Gobierno de México, a través del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR), atiende la reconstrucción del patrimonio cultural afectado por los sismos de 2017 en el país y el compromiso es entregar a la comunidad hasta el último inmueble.
Durante una visita de supervisión a las obras que se realizan en Atzitzihuacán, Puebla, y Hueyapan, Morelos, la encargada de la política cultural del país informó a las comunidades de los trabajos que durante el resto de 2023 se llevarán a cabo en sus templos, así como de la atención a los bienes muebles.
“El Programa Nacional de Reconstrucción consiste en concluir todas aquellas obras que fueron parte de esa extraordinaria y terrible catástrofe después de los sismos del 17. Nunca había habido una catástrofe tan grande en nuestro patrimonio como la que sucedió”, dijo al recordar que a nivel nacional resultaron afectados alrededor de 3,500 inmuebles de valor patrimonial y cultural.
Su reconstrucción, agregó, ha sido una hazaña, puesto que cada uno de ellos requiere atención especial: “No es lo mismo levantar de cero una escuela con las nuevas técnicas, o una casa que no tiene el alma histórica que tiene un templo del siglo XVI o XVII. Para recuperar los templos hay que estudiar, hay que tener las técnicas claras, hay que tener a los especialistas, a los mejores especialistas de México atendiendo el patrimonio, entonces ha sido tiempo de conjuntar capacidades”.
Recordó que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, otorgó los recursos necesarios para atender durante 2023 el patrimonio y concluir las obras en 926 inmuebles ubicados en ocho entidades del país.
En Puebla, durante la visita al Templo de San Francisco de Asís, catalogado como con daño severo, dijo: “En total se afectaron 781 iglesias, de las cuales ya entregamos 591 con una inversión 1,444 millones de pesos. Este año, estamos ejecutando 187 obras con una inversión de 794.2 millones de pesos. Lo estamos haciendo de la mano del gobierno estatal, 154 obras, y 32 de manera directa (a través de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural y del Instituto Nacional de Antropología e Historia) y una obra de vivienda, que está haciendo la Comisión Nacional de Vivienda de manera directa”.
Entre los inmuebles en los que se trabaja durante 2023 en territorio poblano están el Templo de Nuestra Señora de Ocotlán, Tepexco; el Templo de San Bartolomé, Cohuecan, y el Templo y Antiguo Convento de San Miguel Arcángel, Huejotzingo.
A su vez, en el Templo y Exconvento de Santo Domingo, Morelos, dijo “Tenemos el compromiso y las mejores capacidades puestas para recuperar este patrimonio tan importante. La cultura es el alma de los pueblos y lo estamos recuperando. Tenemos que concluir, tenemos el apoyo del presidente para hacerlo con todo cuidado, con toda responsabilidad hasta que quede perfecto, para que podamos repicar las campanas una vez completo este extraordinario trabajo. La emergencia no va a terminar para nosotros hasta que no les entreguemos su templo como es y Santo Domingo de Guzmán vuelva a abrir sus puertas para ustedes”.
En ambos puntos, frente a las comunidades presentes expresó el compromiso de entregar un expediente que servirá a la asociación religiosa y a los gobiernos municipal, estatal y federal como manual para saber los procesos para dar mantenimiento preventivo a los templos y a los retablos, esculturas, pinturas que resguardan y así prevenir que un nuevo sismo deje daños como lo fue en 2017.
“No teníamos un solo papel con el cual empezar, por eso hubo que hacer tantos estudios y análisis. Esto que estamos haciendo es como una cirugía a una persona muy dañada y, ¿qué vamos a entregar? Un expediente donde se vea cómo se le curó, cómo se le atendió y qué hay que hacer. Así como en el cuerpo, en los inmuebles lo mejor es la prevención. Eso nos va a ayudar a que este legado lo dejemos para muchísimas generaciones más”.
Al respecto, el director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, Arturo Balandrano Campos, comentó que, cada inmueble es atendido después de minuciosos estudios con las mismas técnicas que se usaron para su construcción hace casi 500 años y por personas de la comunidad, es decir, manos herederas de ese conocimiento.
“La técnica para poderlo hacer requiere de un trabajo muy minucioso. Tuvimos que estudiar el templo, el tipo de piedra que se usó, de lodo, de barro; estudiar la cal, y poder hacer un proyecto ejecutivo que reponga los valores patrimoniales que tiene el templo. El compromiso es reparar todo y podérselos entregar como debe de ser, para que ustedes puedan continuar con su vida cotidiana y ya no sientan la opresión de ‘se nos cae el templo se nos cae el corazón’. Vamos a hacer latir fuete el corazón con la restauración del templo”.