Una madre detecta el cáncer de su hijo gracias a una foto

Siempre se ha dicho que “la curiosidad mató al gato” pero está vez todo lo contrario pues gracias a la curiosidad de una mujer, se salvó la vida de un bebé. Este es el extraordinario caso de una madre británica quien detectó el cáncer de su hijo recién nacido gracias al flash de su celular y una foto.

El campo médico está lleno de situaciones extrañas como el hombre a quien le creció un árbol en su pulmón o el paciente de 68 años que se curó de 2 enfermedades graves.

Una madre detecta el cáncer de su hijo gracias a su celular.

Está mujer menciona que todo inició por que empezó a notar que su hijo “Thomas” tenía algo extraño en uno de sus ojos. Lo describe como un “reflejo blanco” e incluso lo comparó con los ojos de los gatos, durante unos días no le dio mayor importancia pues creyó era cosa de la luz o algo más. Pero la curiosidad se apoderó de ella y decidió tomarle una foto con flash para que médicos lo vieran. Después de la foto el “reflejo” desapareció y nunca más lo volvía a ver, pero ella no se quedó tranquila.

La madre preocupada acudió a Google para tener mejor idea de lo que pudo ser y su preocupación solo aumentó pues el buscador le decía que podía ser cáncer. Entonces decidió acudir al médico para salir de toda duda y efectivamente, el niño fue diagnosticado con retinoblastoma.

Este tipo de cáncer afecta los ojos de los niños y bebés, puede ser muy agresivo y causar severo daño a la visión del infante. Sí no se trata a tiempo se puede llegar hasta a la médula espinal y causar parálisis. Afortunadamente el pequeño “Thomas” no sufrió esté destino pues su condición si se diagnosticó a tiempo. Incluso su madre dio la noticia que su hijo había concluido su última sesión de tratamiento y que ahora estaba 100% libre de cáncer y no corre ningún peligro o efecto secundario.

Una forma rápida y fácil de detectar este padecimiento es iluminar el ojo con cualquier fuente de luz directa (como el flash de un celular). Una pupila afectada se verá color blanco o gris, cuando debería ser de un color oscuro. Si tienes dudas siempre es mejor acudir con un médico especializado.