El Papa Francisco llama a la solidaridad y la reflexión en tiempos difíciles
En su primer viaje fuera de Roma en siete meses, el Papa Francisco realizó una visita significativa a Venecia, donde participó en una serie de eventos que destacaron su compromiso con los marginados y su preocupación por los desafíos sociales y ambientales de nuestro tiempo.
Durante su estancia de cinco horas, el Pontífice, a sus 87 años, se movió por la ciudad en diferentes medios de transporte, incluyendo una silla de ruedas, un cochecito de golf y una lancha. Aunque su vitalidad era evidente y su voz resonaba con claridad, Francisco reconoció abiertamente las tensiones de su labor, pidiendo a los fieles que recen por él, admitiendo que su trabajo no es fácil.
El día comenzó con una visita a una prisión de mujeres, donde el Papa inauguró una exposición de arte como parte de la Bienal de Venecia. Esta decisión resalta su constante llamado a la solidaridad con los pobres y los olvidados, incluyendo a los reclusos. Ante ellas, Francisco habló de la dura realidad de la cárcel, pero también de su potencial como lugar de renacimiento moral y material.
El Papa Francisco visita Venecia: Un llamado a la solidaridad y la reflexión en tiempos difíciles
Posteriormente, el Papa se dirigió a los jóvenes venecianos, instándoles a no enfocarse únicamente en sí mismos y en la tecnología, sino a buscar maneras de ayudar a los demás y construir relaciones significativas.
En su homilía durante una misa frente a la Basílica de San Marcos, el Papa elogió la belleza de Venecia, pero también señaló los desafíos que enfrenta la ciudad, desde el cambio climático hasta el turismo excesivo, que pueden erosionar los lazos sociales y generar soledad.
Esta visita, marcada por la humildad y la preocupación por los más vulnerables, resalta el compromiso del Papa Francisco con la justicia social, la solidaridad y el cuidado del medio ambiente en un mundo cada vez más fracturado.
