Cinco años después del Statio Orbis, el mensaje del papa Francisco sigue resonando
El 27 de marzo de 2020, el mundo se detuvo en medio de una pandemia por COVID-19 que aisló a millones de personas. Una imagen quedó grabada en la memoria de todos: el papa Francisco, solo bajo la lluvia, en una plaza de San Pedro vacía, rezando por la humanidad.
Aquella histórica ceremonia, conocida como Statio Orbis, se convirtió en un símbolo de esperanza. En ese momento, cuando la incertidumbre y el miedo reinaban, el Santo Padre caminó solo en la plaza para orar por todos. A pesar de la aparente soledad, él aseguró que nunca se sintió solo, pues la plaza estaba llena de corazones en busca de esperanza.
Hoy, cinco años después, la realidad es la inversa. La plaza de San Pedro está repleta de fieles celebrando el Jubileo, pero, irónicamente, quien no está presente es el papa Francisco, quien reposa en su habitación recuperándose de una neumonía. Ahora, es la multitud la que acompaña al pastor en su enfermedad, rezando por él, tal como él rezó por el mundo en aquella noche de incertidumbre.
Cinco años después del Statio Orbis, el mensaje del papa Francisco sigue resonando
El Statio Orbis de 2020 inspiró el libro ¿Por qué tienen miedo? ¿Aún no tienen fe?, del papa Francisco, un homenaje a ese momento que conmovió al mundo. Se ha publicado en diferentes formatos, incluida una versión de bolsillo y una edición micro. Esta última fue depositada en el Svalbard Global Seed Vault, el banco universal de semillas, donde se conservan las especies más importantes del planeta, como un mensaje de esperanza para el futuro.
Además, en 2023, un satélite fue lanzado al espacio con un nano libro que contiene el mensaje del papa Francisco. Esta diminuta placa de silicio de apenas 2 mm por 2 mm, bañada en oro y grabada con fotones, ahora viaja por la órbita terrestre, llevando el mensaje de fe y esperanza más allá de nuestro mundo.
Cinco años después, la lluvia ha cesado y el mundo sigue adelante. Sin embargo, la voz del papa Francisco resuena más allá de la Tierra, recordándonos que la esperanza no defrauda.
