ORACIÓN: “Hoy confesamos : ¡Tú, padre santo eres nuestro único refugio y fortaleza!
¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
¡Muy buenos días, Padre Santísimo! Amanecimos con un ánimo muy exaltado debido a tanta muerte y tanta desgracia que está asolando a nuestro pueblo! Ese fenómeno como que nos está acostumbrando a verlo como normal,
¡Pero no lo es! Vemos partir a la eternidad a muchos jóvenes, que son la esperanza de sus padres! ¡Contemplamos enfermos en estado crítico por todas partes!
¡Las familias sufren en vez de ponerse alegres y vivir ese espíritu de paz, de bienestar, de salud, de esperanza y de fe que logra los imposibles!
Nuestras familias creen en ti, pero solo tienen religiosidad y temor ante este ambiente que nos rodea. El panorama es desolador, porque la muerte tiene asolada a nuestra gente.
Es verdad que hay mucha bonanza económica en nuestro pueblo, pero el que se vea tan diezmado, se debe a que hemos puesto nuestra confianza en los ídolos y no en ti; hemos confiado en los príncipes, en los gobernantes, en los brujos, en la buena suerte, en lo simplemente material e intrascendente.
En el nombre de tu hijo amado, nuestro Dios, nuestro salvador y nuestro liberador Jesucristo
Confesamos que desde este instante redoblamos nuestra fe en ti, Padre Santísimo y manifestamos nuestro rotundo rechazo a toda fuerza enemiga invisible y visible; material y espiritual, porque nuestra confianza toda la ponemos en tus manos divinas y paternales.
Es el nombre omnipotente de Jesucristo, el que estará siempre en nuestros labios para limitar el poder de satanás. Hoy nos refugiamos para morar al amparo de tus alas, oh Padre Santo.
Nuestra sombra protectora es el único lugar de nuestro descanso, porque confesamos en público y desde el interior: ¡Tú, eres nuestro refugio, nuestra fortaleza y el único Dios en quien confiamos, porque nadie más puede librarnos de las trampas del demonio cazador y de sus plagas mortíferas!
Cristo que es LA VERDAD es nuestro escudo y nuestra muralla protectora. Arrojamos todo temor y todo terror nocturno, porque tan pronto como inicie su ataque, nuestra morada se llenará de tu luz que disipará toda sombra de maldad, de enfermedad y de incomodidad.
Esas balas perdidas, esas plagas que disparan los poderes de la oscuridad, esas pestes destructoras que actúan en pleno mediodía, serán arrojadas lejos de todos nosotros.
Padre Santísimo: Aunque estemos mirando cómo caen miles y miles a diestra y siniestra, eso, ¡No nos afectará! ¡Solamente abre nuestros ojos del espíritu para que veamos cómo los impíos reciben su merecido y nosotros vivimos para narrar tus maravillas a generaciones futuras.
Porque en ti hemos confiado, nos has protegido, y lo seguirás haciendo porque ningún desastre vendrá sobre nuestro hogar
Tú, has ordenado que tus propios ángeles nos protejan y nos guarden en nuestro diario caminar. Ellos nos sostienen y nos ayudan a aplastar toda adversidad.
Gracias, Padre Santísimo, porque nos libras, nos amas y nos defiendes debido a que conocemos tu nombre. ¡Te invocamos y nos respondes en los momentos más angustiantes, nos libras, nos llenas de honores, nos colmas con años de vida productiva y ejemplar, haciéndonos gozar de tu salvación! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+