El viento muerde, una obra donde emergen la memoria, la tradición, el capital y teorías geopolíticas
Por Nidia Sánchez
El viento muerde es la más reciente novela publicada de la escritora mexicana Ana Claudia Molinari, (editada en Barcelona por Bibliomusicineteca), nos adentra en la travesía de mujeres con profundas raíces indígenas, migrantes, extranjeras, que nos muestran al México contemporáneo con muchos matices y nos traslada a Juchitán, Oaxaca, al Itsmo de Tehuantepec, que ya no es el mismo desde que se respira un aire distinto.
La directora de Bibliomusicineteca Edicions (BMC), Sonia García, mexicana, que regresó a México procedente de Barcelona (donde radica desde hace algunos años), entusiasmada de presentar
El viento muerde, el mes pasado en el escenario de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Ahora lo hace desde un espacio alternativo en la Ciudad de México rodeada de amigos y amantes de la literatura.
Molinari con sus conocimientos de antropóloga, investigadora, etnógrafa y académica, hace uso de todos estos recursos para narrar en El viento muerde, los rostros que tiene este país: La pobreza, la corrupción, la violencia, el campo olvidado y subyugado. Algunos capítulos se convierten en un retrato de la injusticia social.
Sonia como escritora y periodista, considera que esta novela se lee rápido, donde el lector es capaz de encontrarse. Hace una construcción muy redonda de lo que es esta vida y el viaje por un país imaginario y no tan imaginario.
SOBRE EL PROCESO CREATIVO
La autora Ana Claudia Molinari recomienda comenzar a escribir sobre nuestros conceptos, que nos permite clasificar las ideas y nos marca caminos por donde podemos seguir.
Afirma que es importante la literatura para nombrar. “La creación literaria tiene muchas fases. La primera es unos segundos antes del Big Bang; eras tú, tus papeles y tus palabras, sale de ti, logras objetivar una situación, puedes manipular en ese momento, de manera simbólica tener el control de los aspectos vitales, porque los proyectaste y los tienes frente a ti; al final cuando se lo enviaste a tu editora, te das cuenta que no tiene que ver con tu historia inicial, porque no hay que ser fieles a la verdad cuando escribimos literatura. Si necesitas que tu personaje se transforme en una estrella entonces que sea así, ser congruente con la ficción del texto. En manos de tu editora ese texto ya no es tuyo, lo confeccionaste a ser literatura, pero empezó en esos papeles o ideas que yo tenía para construir. Tal vez te encuentras temas tabú, investigas y sanas algo, porque como escritora estás creando un mundo”.
UNA OBRA ESCRITA A FRAGMENTOS CORTOS
“El viento muerde es una novela escrita a fragmentos cortos, algunos son personajes y en otros solo aparece la voz, aparecen de pronto. Existen tres personajes jóvenes que están viajando: Nadia que lleva las cenizas de su abuela juchiteca (y que ella jamás ha ido a Oaxaca), una periodista belga (una mirada externa) que descubre México.., y el guía de viaje que está involucrado en el movimiento campesino, que muestra la resistencia actual que es real (la cual investigué y me dolió saber que es frágil, delgada, cada vez más pequeña y derrotada…) y hay otras voces de personajes que nos van mostrando el Itsmo de Tehuantepec, y que todo comenzó con los aerogeneradores para convertir el aire en energía eléctrica (parques eólicos) y que vienen acompañados de los megaproyectos…En la novela hay una voz fuerte que es de la abuela muerta Victoria Santiago, la memoria zapoteca y las costumbres funerarias”.
“La novela es el conflicto entre la memoria, la tradición, el capital eólico y muchas otras formas de capital, aparecen también teorías geopolíticas, el tren de la frontera, los gringos. Habla de nuestro país a través de estos personajes. La decadencia socioecológica. Una mirada feminista de cómo se concibe la mujer actualmente”.
En esta presentación Sonia García expresa que la literatura sana. “En lo personal me ha salvado de muchas cosas, con la literatura aprendí a nombrar aquello que a mí me había hecho daño. Tenemos que hablar de lo que más conocemos que es a nosotras, la experiencia mía no podrá ser de otras, cada una con las suyas. Me ha brindado conocimiento, la valentía de mostrarse a través de la escritura es desnudarse, quedar expuesta ante los otros, nos hace vulnerables y también nos fortalece”.
Animada por el cobijo de quienes asistieron, Sonia comparte un fragmento del poema del gran Federico García Lorca “Preciosa y el aire” que es de donde la autora Ana Claudia Molinari toma el nombre para esta novela que muestra las creencias de culturas originarias, la autora teje historias que se conectan, se cruzan la realidad y lo fantástico, también se asoma la prosa. Una realidad galopante que va cercenando a un país con una riqueza extraordinaria. Expropiación de tierras, indígenas desplazados y reubicados, derrames de petróleo en el mar. Se navega al leer varios capítulos en un ritmo suave cuando repentinamente la realidad nos sacude como un tsunami.
Ejemplares de “El viento muerde” están disponibles en el Café Cultural Infinito, ubicado a la salida del metro Tacubaya, en la calle Dr. Eduardo Joublanc 18, también vía Amazon a través de la editorial BMC Edicions.
