¿Operación Cicatriz o Soberbia y Triunfalismo?
Por: Mario Gómez y González
Hablando en términos médicos, la “operación cicatriz”, es una cirugía para mejorar o reducir la apariencia de cicatrices. Igualmente, restaura la función y corrige los cambios en la piel (desfiguración) ocasionados por una herida, por una lesión, una mala curación o una cirugía previa.
En los tiempos antiguos de la política mexicana (por supuesto que también le compete a la tabasqueña), se dice y se debe de observar, que el candidato o candidata que resultaba de la contienda interna, buscaba a los no ganadores, para iniciar la reconciliación entre todos, a fin de que llegaran amarrados para las elecciones. A esto se le llama “Operación cicatriz”.
Y es que tras de las campañas, los ganadores de las elecciones internas de los partidos inician una etapa de reconciliación con sus correligionarios para sumarlos, ya que los van a necesitar en la abierta.
Incluso buscan sumar a su equipo a los que vencieron, para que sus seguidores también se sumen y ganarles a los candidatos de fuera.
Dicho ejercicio de reconstruir el pacto de unidad acordado al inicio del registro de los aspirantes a las candidaturas, fracturado durante el proceso, sin duda forma parte de la actividad política interna que deben realizar los partidos.
En su caso, el acomodo de las piezas en un rompecabezas electoral que pretende ganar elecciones.
Ya en las elecciones generales, los ganadores inician una etapa de “reconstrucción” de la relación con todo el electorado, buscando convencerlos de que, si les va bien, le irá bien a toda la población; sucediendo lo mismo con los personajes del partido ganador que no fueron electos como sus candidatos.
Por eso se llama “Operación cicatriz”; porque es el proceso mediante la que se suturan las “heridas” políticas. Todo lo anterior es parte de lo que “debiera ser”, pero en los años recientes el comportamiento político no ha sido así.
Por el contrario, cada vez es más frecuente que en lugar de ganadores y vencidos, se hable de traiciones, desilusiones, incumplimientos, deslealtades y otros tristes conceptos que conducen a un debilitamiento de los ganadores y hasta una desbandada de los perdedores quienes inclusive hasta han terminado ayudando a los opositores.
Pues bien, por lo que hemos estado viendo- a través de las benditas redes sociales y de los medios de comunicación- es que, en Morena, el partido que se perfila en Tabasco, para ganar la mayor parte del pastel del próximo proceso electoral, en vez de poner en marcha la operación cicatriz, los actores políticos sacan y enarbolan dos banderas: la soberbia y el triunfalismo.
Es cierto, “ni sobra el que se queda, ni falta el que se va”-según reza una máxima ampliamente conocida-, sin embargo, por las condiciones propias de la contienda electoral, aderezada por los enfrentamientos entre los grupos políticos (AALH-JMR; el primero no se quiere ir y el que llega reclama con justicia todo el pastel)- es necesaria esta operación cicatriz.
Fueron varios actores políticos que no resultaron favorecidos con las candidaturas, con la variante que la mayoría de ellos son elementos del “Obradorismo” tradicional que desde siempre han estado con AMLO, pero que ahora ven que las candidaturas fueron para advenedizos y oportunistas, que fueron los mismos que, otrora los tiempos, persiguieron, lastimaron e injuriaron el movimiento democrático de la izquierda auténtica en la entidad.
De entrada, no se observa que haya operadores políticos que ya estén trabajando en la reconciliación, conciliación, reconstrucción del escenario político electoral venidero y de los momentos actuales, con quienes no resultaron favorecidos, lo que pudiera provocar serios dolores de cabeza en toda la geografía tabasqueña.
Que quede claro: el triunfo de Javier May Rodríguez, para la gubernatura es bola cantada, verbi gracia la oposición que prácticamente no existe en la entidad y/o carece de estructuras para salir a las calles, rancherías, poblados y municipios a pedir el voto; sin embargo, en los procesos de presidentes municipales y diputados locales, se pudieran presentar sorpresas.
Muy cierto; finalmente, el presupuesto de la entidad y el organigrama de la administración pública de Tabasco es tan amplio y vasto, que hay lugar para todos; pero bien valdría la pena que vayan juntos y agrupados.
Los Malosos** Melesio Cornelio Muñoz, dirigente del Sindicato del Colegio de Bachilleres de Tabasco (SICOBATAB), mostró el cobre muy pronto, traicionando a quienes le dieron todo para crecer desde la secretaría de gobierno (Guillermo Arturo del Rivero León y Mauro Winzing Negrín) * al no verles ya futuro dentro de la política, los traicionó y corrió a refugiarse, vender y entregar la agrupación a Movimiento Ciudadano (MC), al grado que para la marcha del Día de La Mujer, exigió a las féminas vestirse de “naranja-rosa” en vez de violeta, a como se había acordado** además, impuso como oradora oficial del evento a Iliana Carrera, candidata a diputada federal por el distrito 4, por el MC.
Jaque Mate * ¿será cierto? * circula en redes sociales, un mensaje de “Tabasco Unidos podemos” que dice: “Magnífica estrategia del Adancismo en Tabasco en el distrito 8 local, queda de propietaria una joven invidente y perversamente dejan de suplente nada más que a la hija de (José Antonio) De la vega, así utilizan a la gente” * uff * fue todo por hoy** hasta mañana Dios mediante.