Del Pacto de Xochimilco al de “Dos Montes”

Por: Mario Gómez y González
En diciembre de 1914 se reunieron en Xochimilco los dos caudillos populares de la revolución victoriosa, Francisco Villa y Emiliano Zapata, para formalizar la alianza entre los ejércitos que ambos encabezaban y diseñar el plan de operaciones contra los ejércitos carrancistas en la nueva guerra civil que iniciaba en esos días.
En 1914, luego de derrocar al régimen de Porfirio Díaz y el cuartelazo restaurador de Victoriano Huerta, los revolucionarios vencedores se escindieron en dos grandes campos con encontradas propuestas para resolver los problemas causantes de la revolución. De esa manera, los constitucionalistas, que seguían a Venustiano Carranza, enfrentarían a los ejércitos campesinos encabezados por Zapata y Villa.
Pero los dos caudillos campesinos no se conocían: la alianza entre sus ejércitos había sido forjada por sus representantes y consejeros, de modo que cuando sus hombres entraron a la capital de la república, luego de obligar a los carrancistas que la ocupaban a retroceder hacia Puebla y Veracruz, el primer propósito de ambos caudillos fue encontrarse y consolidar la alianza.
En muestra de cortesía, ese 4 de diciembre fue Pancho Villa quien se dirigió al territorio controlado por Zapata, dejando a sus hombres en Tacuba. Al llegar a Xochimilco fue recibido con gran entusiasmo tanto por la población como por los soldados zapatistas. Los caudillos se dieron un abrazo y, tras intercambiar algunas palabras y brindar por el triunfo del pueblo en armas, se retiraron a un salón privado donde decidieron los límites territoriales de su poder y la estrategia militar para enfrentar al Carrancismo.
Al encuentro siguió el desfile triunfal de los ejércitos campesinos en la ciudad de México, y aunque la alianza fue poco sólida y finalmente las fuerzas de Villa y Zapata serían derrotadas por el Carrancismo, su encuentro en Xochimilco marca simbólicamente el punto más alto de la rebelión popular que alimentó a la Revolución mexicana.
¿Por qué todo lo anterior?, pues simple y sencillamente porque el supuesto “Pacto de Dos Montes”- la ayuda y compromiso que ofreció Adán Augusto López Hernández a Javier May Rodríguez, no se verá reflejado en acciones conjuntas para la jornada electoral del próximo 2 de junio.
Fue de dientes para afuera; para la foto y para la nota en los medios de comunicación y las redes sociales; al final del evento, ambos se fueron cada quien por su lado; uno, (JMR), discreto; el otro (AALH), placeándose y repartiendo sonrisas, entre los que se vieron beneficiados por su gobierno.
En términos reales, a Javier May Rodríguez, no necesita de la “ayuda y colaboración” de las huestes Adancistas para ganar la elección de la gubernatura de Tabasco, ya que el comalcalquense, transita en caballo de hacienda; con un eficiente control de las bases del auténtico Morenismo-LópezObradorismo”, frente a una oposición que no cuenta con la estructura y los recursos para hacerle frente.
Además, y como se ha dicho y escrito en diversos foros de periodismo, es más lo que le resta y divide, que lo que le sumaría y multiplicaría, la “adhesión” del Adancismo a la causa de Javier May; los cocientes negativos del Adancismo son enormes, en tano, en el terreno popular, los “Mayboys”, son todo terreno y han recorrido palmo a palmo la geografía estatal.
Y ha sido claro el mensaje que han recibido; “Con May, sí; con Adán, nada”, verbigracia el abandono del gobierno Morenista de Adán Augusto-Carlos Manuel Merino Campos, que, a lo largo del sexenio, ni vio, ni escuchó, el sentir a la población tabasqueña.
Ya se apuntó una vez; el gobierno de Adán-Merino, fue totalmente ajeno al auténtico Morenismo-LópezObradorismo y a la misma sociedad tabasqueña; se encerraron en la burbuja que les dio la comodidad de los salarios y negocios al amparo del poder, descuidando, a quienes, con su sufragio y trabajo, los llevaron a la Quinta Grijalva y a Palacio de Gobierno.
A como sucedió con el Pacto de Xochimilco entre Francisco Villa y Emiliano Zapata; cada quien jaló por su lado, pero sin acciones conjuntas; así será el “Pacto de Dos Montes”-ahí se ubica el hotel en donde se dio la reunión Morenista para entregarle la constancia como candidato al gobierno del estado a Javier May Rodríguez- cada quien (AALH-JMR), jalará por su lado y se rascará con sus propias uñas.
En Adán Augusto, nadie confía; mucho menos Javier May. Al tiempo.