Chapito se declara culpable en Chicago y acepta colaborar con EU; revela plan de secuestro de El Mayo
En una audiencia celebrada ante el Tribunal Federal de Distrito en Chicago, en Estados Unidos, Joaquín Guzmán López, conocido como El Güero Moreno e integrante del grupo de Los Chapitos, aceptó su responsabilidad en delitos de narcotráfico. La declaración forma parte de un acuerdo con fiscales estadounidenses mediante el cual renuncia a cualquier apelación futura con la intención de evitar una sentencia de cadena perpetua.
Guzmán López, de 39 años y hermano de Ovidio, es uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán que actualmente enfrentan cargos en Estados Unidos.
Llegada bajo fuertes medidas de seguridad
El acusado fue presentado ayer ante la corte vestido con uniforme naranja y escoltado por un amplio operativo de seguridad. Frente a la jueza federal Sharon Coleman, reconoció su participación en dos cargos de narcotráfico y en un delito continuado, admitiendo haber supervisado el traslado de enormes cargamentos de droga hacia Estados Unidos, principalmente mediante túneles fronterizos.
Durante el intercambio inicial, Coleman le preguntó a qué se dedicaba. “Tráfico de drogas”, respondió sin rodeos, según reportó la agencia AP.
Un acuerdo que podría reducir su sentencia
El fiscal Andrew Erskine detalló algunos puntos del acuerdo alcanzado. Si Guzmán López coopera plenamente con las autoridades, podría aspirar a una sentencia cercana a los 10 años. Sin embargo, el documento de culpabilidad aclara que no existe garantía alguna de que recibirá ese beneficio pese a que se comprometió a no apelar.
Ese mismo documento describe un episodio clave: la participación del acusado en un operativo para secuestrar a una persona identificada únicamente como “Individuo A”, pero cuyas características coinciden con las narradas por Ismael El Mayo Zambada en una carta pública.
El operativo: cita, encierro y traslado forzado
El texto indica que el 25 de julio de 2024, Guzmán López convocó al “Individuo A” a una finca en las afueras de Culiacán bajo el pretexto de resolver un desacuerdo. Una vez dentro, lo invitó a pasar a otra habitación donde previamente se había retirado una ventana de gran tamaño.
Al quedar a solas, Guzmán López cerró la puerta con llave. De inmediato, hombres armados entraron por el hueco de la ventana, esposaron al invitado y le cubrieron la cabeza con una bolsa. Luego lo subieron a una camioneta que aguardaba afuera. Minutos después, ya en una pista cercana, abordaron una avioneta.
Durante el vuelo, sólo viajaban Guzmán López, el piloto y la víctima, quien fue inmovilizada a un asiento. El documento señala que Guzmán López preparó una bebida con sedantes para Zambada y que la aeronave aterrizó en Nuevo México, cerca de la frontera con Texas, donde ambos fueron detenidos.
El propio Guzmán López aseguró en la declaración judicial que el gobierno estadounidense “no solicitó ni aprobó” el secuestro.
Compromiso de colaboración total
El acuerdo firmado exige que el acusado colabore plenamente con fiscales y agencias del Departamento de Justicia, proporcionando información verídica, tanto en investigaciones como en testimonios ante tribunales.
Jeffrey Lichtman, abogado del acusado y representante de otros miembros de la familia Guzmán en procesos similares, calificó como “muy justo” el trato de las autoridades estadounidenses. También agradeció que el gobierno de México no interfiera en el caso.
Lichtman adelantó que buscará una sentencia aún menor para su defendido. “No sé cómo terminará esto”, dijo.
