Vaticano insiste en la solución de dos Estados tras encuentro entre el Papa León XIV y Herzog


Ciudad del Vaticano. — El Papa León XIV recibió este 4 de septiembre al presidente de Israel, Isaac Herzog, en una audiencia privada en el Palacio Apostólico, en la que se abordó la crisis humanitaria y política que atraviesa Gaza. El encuentro subrayó la urgencia de un alto el fuego permanente y la liberación de todos los rehenes, al tiempo que el Vaticano reiteró su respaldo a la solución de dos Estados como única salida viable al conflicto en Medio Oriente.
Posteriormente, Herzog sostuvo una reunión con el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, y el arzobispo Paul R. Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados. De acuerdo con un comunicado oficial de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se discutió la necesidad de garantizar un futuro estable tanto para israelíes como para palestinos mediante la reanudación de negociaciones directas, con decisiones valientes y el apoyo activo de la comunidad internacional.
Énfasis en ayuda humanitaria y respeto al derecho internacional
El Vaticano destacó la “trágica situación” que vive la población de Gaza y llamó a facilitar el acceso seguro de ayuda humanitaria a las zonas más afectadas. En paralelo, se insistió en la importancia de garantizar el respeto al derecho internacional humanitario y las legítimas aspiraciones de ambos pueblos.
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Jerusalén y Cisjordania, temas clave
Además de la situación en Gaza, la Santa Sede hizo referencia a la violencia en Cisjordania y a la cuestión de Jerusalén, considerada central en cualquier acuerdo de paz. El comunicado también resaltó el valor histórico de las relaciones entre la Santa Sede e Israel, con especial atención al papel de las comunidades cristianas en la región, que contribuyen a la educación, la cohesión social y el desarrollo humano.
Un llamado a la comunidad internacional
El Papa y sus colaboradores insistieron en que la estabilidad en Medio Oriente solo podrá alcanzarse con la colaboración de la comunidad internacional. Para la Santa Sede, la solución de dos Estados no solo es un camino político, sino también un imperativo moral para construir una paz duradera en una región marcada por décadas de conflicto.