Escalofríos por oír música, una habilidad que no todos tienen


La Chispa trae una nota bastante curiosa e informativa que habla de un fenómeno muy común pero no universal: escalofríos por oír música. Según estudios de neurociencia, solo alrededor del 50 % de la población experimenta esta respuesta física al escuchar música, y lo que revela esta reacción va más allá de lo que imaginas. Como dato curioso este proceso tiene un nombre y es frisson
¿Por qué sentimos escalofríos por oír música?
Este fenómeno ocurre cuando la música activa el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina, el mismo neurotransmisor que se libera cuando comemos algo delicioso, nos enamoramos o conseguimos una meta importante. Lo más curioso es que ese pico de dopamina no aparece en el clímax musical, sino justo antes, como si el cerebro anticipara ese momento placentero.
Esto no es magia. Se trata de un proceso neurológico que vincula áreas auditivas y emocionales del cerebro, produciendo una experiencia física que puede incluir piel de gallina, aumento en la frecuencia cardíaca, sudoración e incluso lágrimas espontáneas.
Escalofríos por oír música: ¿Una cuestión de sensibilidad?
No todos lo sienten, y eso tiene que ver con diferencias en la estructura cerebral. Las personas que experimentan escalofríos por oír música tienden a tener una mayor conexión entre la corteza auditiva y las áreas que procesan emociones. Esto se traduce en una mayor sensibilidad a estímulos sonoros que provocan respuestas emocionales profundas.
Incluso hay quienes usan la música para inducir ese estado de euforia como forma de relajación o inspiración. No es casualidad que canciones con cambios armónicos, voces intensas o crescendos generen más reacciones físicas.
Música, emociones y respuestas físicas: una experiencia completa
La experiencia musical es subjetiva, pero ciertas canciones tienen elementos comunes que provocan este tipo de reacciones. Un solo de violín desgarrador, una interpretación vocal poderosa o un cambio inesperado de ritmo pueden generar los tan mencionados escalofríos por oír música.
Además de la frase clave principal, también se relacionan otros términos como: placer musical intenso, conexión emocional con la música, y respuestas fisiológicas a estímulos auditivos. Estas respuestas se observan incluso en personas que practican meditación con música, una técnica en tendencia creciente.
¿Te ha pasado? Tu cerebro podría ser especial
Sentir escalofríos por oír música no es simplemente “ser sensible”, sino una señal de un procesamiento cerebral más complejo. Se asocia también con una alta capacidad de empatía y una fuerte conexión emocional con las artes.
Así que si alguna vez una canción te ha puesto los pelos de punta o te ha hecho llorar sin razón aparente, ya sabes: tu cerebro está disfrutando un viaje de placer auditivo emocional.