Policías de Yucatán golpean a discapacitado menor de edad
En el municipio de Sedzal, en el estado de Yucatán se acaba de presenciar una verdadera barbaridad. Un menor de edad con discapacidad motriz, Luis Eduardo A., fue brutalmente golpeado por policías de Yucatán golpean a discapacitado del municipio ya mencionado.
De acuerdo con múltiples testigos, la orden fue dada por el alcalde Raúl Alfredo Valencia Heredia. Se dice que está brutalidad ocurrió por un supuesto “toque de queda”.
Agresión grabada en vídeo.
La agresión, fue registrada por vecinos quienes escucharon los gritos y decidieron ver que ocurría. Ellos argumentaron que, desde la tarde, el menor estaba siendo acosado por policías, quienes luego de propinarle una golpiza, lo trasladaron al penal de Izamal. El vídeo ha causado una gran indignación en redes sociales pues se ve como los policías lo someten con exceso de fuerza.
Una vez que el menor fue presentado ante las autoridades del municipio de Izamal, éstos no lo recibieron. Pues presentaba los signos de agresión física a la que había sido sometido por los policías. Lo más indignante es que se ve al fondo una pareja de personas que no hicieron nada por ayudar al chico.
Abuso del poder.
El abuso de poder policial es una de las formas más graves de injusticia en nuestra sociedad. Cuando aquellos encargados de proteger y servir a la comunidad se convierten en perpetradores de violencia y abuso. Se rompe la confianza entre ciudadanos y autoridades. Este fenómeno no solo afecta a las víctimas directas, sino que también siembra el miedo en toda la comunidad, impidiendo que las personas busquen ayuda o denuncien situaciones de violencia.
Las consecuencias del abuso de poder son devastadoras: desconfianza en las instituciones, perpetuación de la desigualdad y una cultura de impunidad. Es esencial que se implementen mecanismos de rendición de cuentas y transparencia en las fuerzas del orden. La capacitación en derechos humanos y el respeto a la dignidad de cada persona son cruciales para erradicar estas prácticas.
La lucha contra la injusticia y el abuso policial requiere un esfuerzo colectivo, donde cada voz cuente. Solo así podremos construir una sociedad más justa, en la que todos se sientan seguros y protegidos por aquellos a quienes confían su bienestar.