Un hombre tenía solitarias en el cerebro por culpa de comer tocino
La medicina es una de las ramas ciencia donde hay más relatos únicos, extraños o inolvidables. Cada uno de esos eventos nos recuerda que el cuerpo humano es capaz de soportar sorprendentes cosas. Por dar unos ejemplos tenemos al hombre ruso a quien le crecía un árbol en su pulmón o al hombre hindú que se tragó casi 40 monedas. Ahora hablaremos de un nuevo caso igual de único que los anteriores y está vez ocurrió de este lado del planeta. Un hombre descubrió que tenía huevos de solitarias en el cerebro.
El hecho de tener solitarias es relativamente normal, lo que hace que sea extraño es que estos parásitos suelen estar en el estómago e intestinos, no en el cerebro. Otro dato espeluznante de estás lombrices es que pueden llegar a medir varios metros si no se eliminan a tiempo.
Un hombre tenía solitarias en el cerebro.
El nombre del paciente no se hizo público, pero las autoridades médicas narraron su caso con bastante detalle. El paciente masculino de 52 años llegó a la sala de urgencias pues decía que sus migrañas “normales” se habían vuelto insoportables y no podía seguir así. Resulta que tuvo estos dolores durante meses antes de acudir a un médico pues decía que no era nada y que pasaría.
Los miembros del hospital le realizar imágenes para ver su cerebro y encontraron múltiples quistes (burbujas con liquido adentro). Se le realizaron múltiples pruebas y se le diagnostico con “cisticercosis“, en palabras simples significa que los quistes eran causados por una infección de parásitos. Con posteriores estudios se descubrieron varios depósitos de huevos de solitaria.
Se le realizó una historia clínica para saber de donde habían venido dichos parásitos, resulta que esté paciente tenía el hábito de comer tocino casi crudo y lo hacía desde hace varias décadas, de ahí sacó los parásitos.
Le recetaron fuertes antiparasitarios y diversas medicinas, no fue necesaria intervención quirúrgica. Gracias a esté tratamiento todos los huevos fueron eliminados antes que eclosionaran, no hubo efectos secundarios y las migrañas por fin desaparecieron