Oración para vivir en libertad y confianza
“¡NUESTRA HISTORIA ES BRILLANTE Y ES FASCINATE! ¡DIOS LA HA ESCRITO EN SU MENTE!
¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
Padre Santísimo: ¡Te presentamos un saludo súper especial en este amanecer tan singular!
Hoy nos sentimos tan llenos de euforia, que sentimos que la sangre que corre por nuestras venas con un amanecer de 5 grados, tiene ese fuego que inspira, que le urge despertar.
Que se siente más que extraordinario y que experimentando la paz, se olvida de sus dolores, de sus achaques, de su rutina, de sus problemas, de sus afanes, de sus suspiros y de sus quebrantos.
Porque de tanto venir a estar en tu presencia, hemos visto que tú ya tenías escrita nuestra historia con letras de oro, con capítulos de intensa y fascinante gloria, tan pletórico de apasionadas luchas, que siempre culminan con increíbles y estelares victorias.
Padre Santísimo: constantemente nos preguntamos: ¿Será un sueño propio de una novela, de un cuento que ilustra a los niños o es una bellísima y tremenda realidad?
Oración para vivir en libertad: siente más que extraordinario y que experimentando la paz
¿Es probable que solo sea un sueño, una ilusión o una quimera? Pero estamos despiertos, te contemplamos con los ojos del espíritu y son repetidas y diarias revelaciones que en ti constatamos.
Esto que nos sucede, ¡no es demencial! ¡Es totalmente real! ¡No es nada natural, ni ordinario ni común! Por tanto, ¡solo nos resta agradecerte, reconocerte, confesarte, obedecerte, adorarte y dar comienzo a lo que solo junto a ti se puede vivir de manera colosal!
¡Estamos comprobando que nuestra cercanía a tu presencia divina no nos ha consumido con el fuego que emana de tu divinidad, sino que nos hemos purificado de tal manera.
Que todo el curso de nuestra historia cambia de manera vertiginosa y nos hemos convertido en seres maravillosos y dignos de gozar de todo, porque hemos comprobado que nuestra esencia es totalmente sobrenatural!
En este amanecer se cumple en nosotros lo que proclama el Apóstol del Señor: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ningún corazón ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman». (1ª. Corintios 2:9).
Nuestra historia cambia por completo su curso y se torna digna de vivirse porque está escrita por ti, Padre Santísimo, que eres el autor de nuestra vida y bendecida por tu hijo amado, quien es el autor y consumador de la fe.
Oración para vivir en libertad ¡Señor ten, piedad!
Nuestra mente ante tu presencia, se potencia, elevándose al plano de lo divino y demuestra al universo con el resplandor de la Verdad lo que tú has sido capaz de modelar en nosotros.
Padre Santísimo: estamos ante una madrugada fría, con un cielo intensamente azul, con una luna brillante que armoniza con las estrellas. Ante este inmenso concierto de tantas y tantas estrellas que hacen todavía más fascinante nuestro despertar, gritamos clamando ante todo el universo:
Padre Santísimo: ¡Aceptamos con toda humildad todo esto que aparece ante nuestra mirada, porque somos tus hijos y nos lo merecemos!
Hoy nos disponemos de todo corazón estar abiertos, para dar lo mejor que tenemos y recibir de este inmenso y descomunal universo toda la riqueza que nos pertenece, ¡porque somos tus hijos y la reclamamos!
Nos consideramos merecedores de una vida que vaya de victoria en victoria; que esté pletórica de amor, de salud, de bienestar de bendiciones y de gran prosperidad.
Desde ahora, nos desligamos de todo cuanto nos ha mantenido esclavizados, atemorizados, maniatados e infelices, porque todo lo bueno, lo bello, lo excelso, lo grande y lo divino para nosotros ha sido creado.
Nada ni nadie puede arrebatarnos lo que tú, Padre Santísimo, ¡has creado para nosotros! ¡Nada ni nadie puede separarnos de gozar hasta el final de esta bellísima amistad que tú nos has brindado!
Hemos salido de tTus manos divinas y somos la expresión más bella del amor y merecedores de todo cuanto has dispuesto que sea nuestro.
¡No estamos para rivalizar, sino para armonizar con todo el universo, especialmente con nuestro mundo, para comenzar a pregustar de la bellísima eternidad! Padre Santísimo: ¡Bendito seas porque siempre nos escuchas! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+
