Trump anuncia aranceles del 50% al cobre y del 200% a productos farmacéuticos
 
						 
			El presidente de Estados Unidos, Donald Trump anuncia aranceles del 50% al cobre como parte de una nueva estrategia comercial de su segundo mandato. Esta medida generó de inmediato una respuesta en los precios de los metales y preocupaciones en el sector industrial.
El mandatario también anticipó fuertes restricciones a los productos farmacéuticos, con tarifas de hasta el 200%, buscando forzar a los fabricantes a instalarse en territorio estadounidense.
Trump anuncia aranceles del 50% al cobre: impacto inmediato en los mercados
La decisión de Trump tuvo un efecto casi instantáneo en los mercados financieros. El contrato de futuros de cobre más negociado en Nueva York se disparó un 15%, alcanzando un récord histórico de 5,66 dólares por libra. Este incremento no solo refleja el nerviosismo ante las nuevas políticas comerciales, sino también el acaparamiento que diversas industrias han iniciado para asegurar suministro.
Además, el cobre es esencial para sectores clave como la electrónica, la automoción y la construcción, por lo que se espera que estos aranceles encarezcan significativamente los productos terminados.

¿Por qué Trump impone aranceles al cobre?
Durante su reunión de gabinete de este martes, el presidente reiteró que Estados Unidos impondrá aranceles desde el 1 de agosto a varios productos con el objetivo de proteger la seguridad nacional.
Desde febrero, el mandatario ya había ordenado una investigación sobre las importaciones de cobre bajo la Sección 232, que permite aplicar aranceles cuando se considera que un producto afecta la seguridad del país.
Trump argumentó que la sobrecapacidad global y la dependencia de importaciones debilitan la producción nacional de cobre, algo que afecta indirectamente a la industria militar y a sectores considerados estratégicos.
Efectos de los aranceles del 50% al cobre en la economía estadounidense
La decisión de Trump sobre aranceles del 50% al cobre tiene múltiples aristas. Por un lado, puede beneficiar a la industria nacional de extracción y refinación de cobre. Por otro, los fabricantes que dependen de cobre importado —como productores de electrodomésticos, automóviles y componentes electrónicos— verán aumentados sus costos de producción, lo que podría trasladarse a los consumidores.
Economistas advierten que, si bien la intención es incentivar la producción local, en el corto plazo podría haber desabasto y una inflación importada de materiales esenciales.
Medida similar a los aranceles al acero y aluminio
Este nuevo arancel se suma a otros previos impulsados por Trump desde el inicio de su segundo mandato, como los del 25% a autos y autopartes, y los del 50% al acero y aluminio. El patrón es claro: proteger industrias consideradas clave para la autosuficiencia y la defensa nacional.
En este contexto, el cobre se vuelve un símbolo más de la guerra comercial que Trump sostiene no solo contra China, sino también contra la globalización industrial.
Advertencia sobre los productos farmacéuticos
Trump no solo anunció aranceles del 50% al cobre, también generó polémica por su amenaza de aplicar hasta un 200% a productos farmacéuticos si las farmacéuticas no trasladan su producción a Estados Unidos.
“Les daremos un año, un año y medio para venir. Después, se les aplicará un arancel muy alto”, sentenció el presidente. La intención es clara: repatriar la producción de medicamentos y componentes médicos estratégicos.

El anuncio llega justo antes de que expire el plazo inicial para establecer nuevos acuerdos comerciales. Hasta ahora, Washington ha cerrado pactos con China, Reino Unido y Vietnam, pero otras naciones aún no han definido su postura.
La tregua comercial de 90 días concedida en abril vencería el 9 de julio, pero ha sido extendida hasta el 1 de agosto. En este marco, los aranceles del 50% al cobre y 200% a productos farmacéuticos podría ser el detonante de una nueva oleada de tensiones diplomáticas y económicas.
¿Qué implican los nuevos aranceles para el consumidor promedio?
Aunque pueda parecer un tema macroeconómico, la decisión de Trump de imponer aranceles del 50% al cobre y 200% a productos farmacéuticos afectará a todos. Desde el costo de los smartphones hasta el precio de la electricidad, pasando por vehículos, electrodomésticos, maquinaria agrícola y entre otros.
Estas medidas podrían tener consecuencias inflacionarias, especialmente si se combinan con interrupciones logísticas o represalias comerciales por parte de otros países.
 
		
