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Crean un concreto que se auto-repara: revolución en la ciencia de materiales

Crean un concreto que se auto-repara: revolución en la ciencia de materiales

Crean un concreto que se auto-repara: revolución en la ciencia de materiales

La Chispa trae una noticia sobre innovación que está causando sensación en el mundo científico: Crean un concreto que se auto-repara. Esta tecnología, desarrollada por investigadores de la Universidad de Texas A&M, podría cambiar para siempre la industria de la construcción al ofrecer un material que, literalmente, se repara solo con la ayuda del ambiente.

¿Cómo funciona este concreto inteligente?

El desarrollo fue liderado por la Dra. Congrui Grace Jin y su equipo, quienes se inspiraron en los líquenes naturales para desarrollar este sistema bioinspirado. Las cianobacterias incluidas en el material capturan la luz solar y el dióxido de carbono, mientras los hongos que lo acompañan producen minerales que cierran grietas internas.

¿Cómo funciona este concreto inteligente?
Estos son los “Líquenes” una especie de hongo que crece en los árboles

Propiedades del concreto que se auto-regenera

Este concreto no solo es capaz de prevenir fallas estructurales futuras, sino que lo hace sin intervención humana. Su sistema autónomo le permite trabajar incluso en condiciones adversas. Algo que pocas innovaciones logran. Aunque el material regenerado no tiene la misma resistencia que el concreto original, es eficaz para sellar microgrietas, evitando que el agua y otros elementos climáticos agraven el daño.

Propiedades del concreto que se auto-regenera

Crean un concreto que se auto-repara que actúa como un “organismo vivo”, cuidando de sí mismo sin necesidad de mantenimiento continuo. Este enfoque bio-híbrido abre la puerta a estructuras más duraderas y sostenibles.

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Aplicaciones futuras y beneficios ambientales

Más allá de reducir los costos de mantenimiento, este material podría revolucionar construcciones en zonas remotas o de difícil acceso. La reducción de reparaciones no solo disminuye el gasto económico, sino también la huella de carbono, al evitar la producción excesiva de cemento, uno de los materiales más contaminantes.

Además, dentro de esta ola de innovación, destaca otra creación revolucionaria: Crean un cemento que genera electricidad, un avance paralelo que demuestra cómo la biotecnología y la construcción comienzan a caminar de la mano.


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