Salida de funcionario aduanero abre debate sobre controles y transparencia en áreas estratégicas
La salida de Alex Tonatiuh Márquez Hernández de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) volvió a colocar bajo los reflectores los mecanismos de control y supervisión en una de las áreas más sensibles del Estado mexicano: la investigación de delitos fiscales y aduaneros.
Este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó que Márquez Hernández ya no forma parte de la ANAM, luego de que se hiciera pública la cancelación de su visa para ingresar a Estados Unidos, información difundida inicialmente por el diario Milenio. Sin embargo, la mandataria subrayó que el Gobierno federal no fue notificado oficialmente ni sobre el retiro del visado ni sobre la existencia de investigaciones en su contra.
“No tenemos conocimiento de ninguna de las dos cosas, lo que sí es que ya no trabaja en aduanas”, puntualizó Sheinbaum durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, al ser cuestionada sobre el tema.
Ante la insistencia de la prensa, la presidenta explicó que la separación del cargo no fue una instrucción directa del Ejecutivo, sino una determinación administrativa tomada por el titular de la ANAM, Rafael Marín Mollinedo, quien decidió que Márquez Hernández no continuara colaborando en la institución.
Sheinbaum también fue enfática al señalar que, hasta ahora, no existen procesos formales ni carpetas de investigación abiertas contra el exfuncionario por parte de la Secretaría de la Función Pública, instancias anticorrupción o la Fiscalía General de la República (FGR). No obstante, aclaró que cualquier señalamiento con sustento legal será atendido conforme a derecho.
“En este momento no hay nada que indique un delito en particular, pero si existiera alguna denuncia con elementos, se investigaría”, sostuvo.
El caso ha generado atención pública debido a la relevancia del cargo que ocupaba Márquez Hernández, quien era responsable de investigar delitos vinculados al llamado ‘huachicol fiscal’, una de las prioridades del combate a la evasión y el contrabando en la actual administración.
Salida de funcionario aduanero abre debate sobre controles y transparencia en áreas estratégicas
Además, organizaciones civiles como Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) han documentado presuntos signos de riqueza no acorde con su perfil como servidor público, entre ellos relojes de alta gama valuados en millones de pesos y la compra de un penthouse en la zona de Polanco. A estos señalamientos se suman publicaciones previas que lo vinculan con posibles investigaciones por lavado de dinero, aunque ninguna autoridad ha confirmado procesos penales en curso.
Frente a este contexto, la presidenta Sheinbaum reiteró uno de los ejes de su gobierno: cero protección a funcionarios señalados por irregularidades.
“Nosotros no somos tapadera de nadie. Actuamos con honestidad y con responsabilidad”, afirmó.
La salida del exdirector de Investigación Aduanera ocurre en un momento clave para la ANAM, cuando el Gobierno federal busca reforzar la confianza en las instituciones encargadas de combatir la corrupción y el tráfico ilegal de mercancías, y deja abierta la discusión sobre la necesidad de mayores filtros, auditorías y rendición de cuentas en áreas estratégicas del aparato público.
