Rusia traslada sus nuevo misiles hipersónicos a Bielorrusia
La Chispa trae noticias del mundo pues Rusia traslada sus nuevo misiles hipersónicos a Bielorrusia, un movimiento que ha alarmado a expertos internacionales. La instalación de misiles Oreshnik de alcance intermedio en Bielorrusia aumenta significativamente la capacidad de Moscú para proyectar poder nuclear sobre Europa. Investigadores estadounidenses de Planet Labs y del Middlebury Institute confirmaron estas conclusiones tras analizar imágenes satelitales recientes.
Despliegue de misiles Oreshnik en Bielorrusia
El hallazgo coincide con evaluaciones de la inteligencia de Estados Unidos, según fuentes anónimas cercanas al caso. Vladimir Putin ya había anunciado su intención de instalar misiles de hasta 5.500 km de alcance en territorio bielorruso, aunque sin precisar ubicación. Las imágenes muestran instalaciones compatibles con una base de misiles estratégicos rusos cerca de Krichev, unos 307 km al este de Minsk.
Evaluación de expertos y riesgos estratégicos
Lewis y Eveleth afirmaron con un 90% de certeza que los lanzadores móviles Oreshnik serán estacionados en la antigua base aérea, mientras que el presidente ruso presume que estos misiles son imposibles de interceptar gracias a su velocidad superior a Mach 10. Según John Foreman, experto de Chatham House, el despliegue responde al plan estadounidense de instalar misiles hipersónicos Dark Eagle en Alemania, aumentando la tensión en Europa.
Preparativos en la base y logística militar
Las imágenes satelitales muestran un proyecto de construcción acelerado, con un “punto de transferencia ferroviaria de grado militar” rodeado por seguridad, listo para recibir misiles, lanzadores y otros componentes. Además, se construyó una losa de concreto cubierta por tierra al final de la pista, consistente con un punto de lanzamiento camuflado. Esto confirma que Rusia traslada sus nuevo misiles hipersónicos a Bielorrusia con fines estratégicos y políticos.
Implicaciones políticas y militares
Pavel Podvig, experto suizo, duda que el despliegue represente una ventaja militar real, pero Lewis asegura que el movimiento envía un mensaje político claro: Rusia reafirma su dependencia de armas nucleares y su capacidad de proyectar poder fuera de sus fronteras. Mientras tanto, Estados Unidos y aliados europeos ajustan su postura militar en respuesta a esta escalada.
