PUEBLA AL VERACRUZ
El futbol es arte y engaño. Camelot.
Sin confirmar, pero en las redes sociales trasciende que el tío Richie, Ricardo Benjamín Salinas Pliego, que trae una bronca de primera con el gobierno poblano de los gobiernicolas, como les llama a los de la 4T, Tío Richie, como es conocido, es un empresario de Forbes, de los de las grandes ligas, con empresas líderes, lo mismo en cuestiones bancarias, que en tiendas Elektra y en TV Azteca y ahora con su AND 40, que ha tomado fuerza como nuestra CNN local, allí sueltan buenas cosas y tiene comunicadoras bellas y eficientes.
Las redes no terminan de asegurar si Puebla pasa a ser Tiburones Rojos del Veracruz o jugaría como Puebla, si es que hay cambio
Tío Richie está harto del gobernador poblano, que por quedar bien con la patrona aprieta al empresario.
Nada pondría más felices a los jarochos, que volver a tener su equipo. Fidel Kuri Grajales no cesa en su idea de regresarlos, cuando los tuvo una vez y su pelea con los altos directivos originó que se le fueran encima y terminó costándole la cárcel.
La gobernadora Nahle asegura que hacen el intento. Nada como llevarlo a la primera división, nada que a la de ascenso. El Puerto se lo merece, allí donde se creó la Tiburomanía en tiempos del gran gobernador Dante Delgado Rannauro y del hombre leyenda, Fernando Gutiérrez Barrios, que una vez con estadio lleno, en tiempo también de Comas, campeón de goleo, Gutiérrez Barrios pisó el pasto del Pirata Fuentes y fue ovacionado por la jarochada.
AQUELLAS HISTORIAS
Dónde una vez de aquel tiempo, con el notario Gerardo Gil Ortiz, mano derecha de Dante, llevaron al gran Real Madrid con Hugo Sánchez y Draga Vidal sirvió de Cicerone, del mejor futbolista mexicano de todos los tiempos, quien apenas exhibieron una foto donde está Hugo con Di Stefano y Puskas. Vidal lo cuidó como si fuera su nene. Hugo traía todos los entorchados de Pichichi y eso en el Pirata Fuente fue inolvidable.
Hay muchas hazañas en esos tiburones, desde aquel tiempo que el Loco Aussin y la palomilla de orizabeños, con la leyenda, don Pepe Lajud, crearon historia y escuela, ver a aquel gran brasileño, Didi, con su caída de las hojas, el brasileño campeón del mundo.
Los que vivíamos fuera, viajábamos cada 15 días a nuestro palco chayotero, con el ingeniero Luis Gutiérrez Príncipe (QEPD) y otros buenos amigos, terminaba el juego y a comer.
Tiempos también brillantes y de riña cuando Miguel Alemán le dio a Herrerías el equipo y el matador lo mantenía como si fuera suyo y había pleitos en los palcos.
O el tiempo que Fidel Herrera Beltrán como gobernador no se perdía un juego, aunque anduviera en gira tomaba el helicóptero y venia al partido.
Fidel Kuri fue el último que lo tuvo, cuando lo desafiliaron.
A ver qué dice el destino ahora.
