Sheinbaum reconoce el legado latinoamericano de Mujica
“Un referente ético y humano para nuestros pueblos”
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se sumó a las expresiones de duelo en América Latina tras la muerte del expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, a los 89 años, destacando su legado no sólo como gobernante, sino como símbolo de coherencia ética y compromiso social en la región.
A través de su cuenta oficial en X, la mandataria expresó su pesar por la partida de quien consideró “un ejemplo para América Latina y el mundo entero”, al resaltar la sabiduría, pensamiento progresista y sencillez que caracterizaron a Mujica.
“Lamentamos profundamente la muerte de nuestro querido Pepe Mujica. Externamos nuestra tristeza y nuestro pésame a familiares, amigos y al pueblo de Uruguay”, publicó Sheinbaum, recordando que su figura trascendió fronteras y marcó generaciones en todo el continente.
El fallecimiento de Mujica, confirmado por el dirigente uruguayo Yamandú Orsi, su discípulo político, provocó una ola de mensajes en redes sociales y medios internacionales. “Te vamos a extrañar mucho, viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”, escribió Orsi, actual referente del Frente Amplio.
Más allá de su carrera política, Mujica se convirtió en un referente moral para América Latina. Sobreviviente de la represión durante la dictadura uruguaya, exguerrillero tupamaro, preso durante más de una década, y presidente entre 2010 y 2015, su figura encarnó la posibilidad de reconciliación nacional, austeridad y compromiso con las causas sociales.
Durante su gobierno impulsó políticas progresistas que colocaron a Uruguay en el centro de la atención mundial: legalización del cannabis, fortalecimiento de programas sociales y una clara política de redistribución de la riqueza. Todo esto, sin perder su carácter humilde ni abandonar su estilo de vida rural.
Claudia Sheinbaum, quien ha expresado admiración por líderes latinoamericanos con visión social y humanista, reiteró con su mensaje la influencia que figuras como Mujica tienen en los nuevos liderazgos del continente. Su muerte, aunque esperada por su delicado estado de salud, deja un vacío en la política regional, pero también una huella perdurable en la historia latinoamericana.
