Sheinbaum exige a EUA frenar redadas y construir una reforma con justicia
México alza la voz por sus migrantes
En un giro enfático hacia una diplomacia más activa y firme, la presidenta Claudia Sheinbaum condenó las recientes redadas contra migrantes mexicanos en Estados Unidos y el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles para contener protestas ciudadanas, demandando al gobierno de Donald Trump una reforma migratoria “con rostro humano y visión de justicia”.
Durante la inauguración de nuevas torres de especialidades en el Hospital del Niño Poblano, Sheinbaum acusó que el uso de la fuerza contra migrantes no resolverá las causas estructurales de la migración. En su discurso, se dirigió directamente a Washington: “No son criminales. Son hombres y mujeres de bien, que se fueron a Estados Unidos a buscar una mejor vida para ellos y sus familias”.
La presidenta reveló que al menos 35 ciudadanos mexicanos fueron detenidos por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en recientes operativos en California. Subrayó que el gobierno mexicano ya desplegó su red consular para brindar apoyo jurídico y humanitario a los connacionales detenidos y sus familias.
Como parte de una estrategia diplomática reforzada, Sheinbaum instruyó al canciller Juan Ramón de la Fuente, al embajador Esteban Moctezuma y a todos los cónsules mexicanos en territorio estadounidense a “intensificar la protección activa de nuestros migrantes”. En palabras de la mandataria: “Estados Unidos es lo que es también gracias a las mexicanas y mexicanos que viven del otro lado de la frontera”.
Sheinbaum exige a EUA frenar redadas y construir una reforma con justicia
La presidenta también lamentó que el gobierno de Trump haya calificado las protestas en Los Ángeles como “insurrecciones” y respondido con un despliegue de dos mil elementos de la Guardia Nacional. “No se puede criminalizar la protesta ni ocultar con represión el impacto humano de las redadas”, afirmó.
El llamado de Sheinbaum se sumó a una postura más amplia de respeto a los derechos humanos, recordando que muchos de los migrantes detenidos llevan años residiendo en EE.UU. y son parte fundamental del tejido económico y social de ciudades como Nueva York, Chicago y Los Ángeles.
“No estamos de acuerdo con que se atienda el fenómeno migratorio con redadas, deportaciones y violencia. Urge sentarse a trabajar en una reforma que considere a los migrantes no como amenazas, sino como seres humanos con derechos”, insistió Sheinbaum.
Con esta declaración, el gobierno de México abre una nueva etapa en su política exterior en materia migratoria, buscando elevar el estándar de protección consular y colocar en el centro de la agenda bilateral la dignidad y el reconocimiento de los mexicanos en el extranjero.
“Migrar no es un delito, es un acto de esperanza”, concluyó la presidenta, dejando claro que, bajo su mandato, México no será un espectador pasivo ante las vulneraciones a sus connacionales más allá de la frontera.
