Sheinbaum confronta a Zedillo y resalta contraste entre pasado y presente democrático


La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, respondió de manera enérgica a las declaraciones del expresidente Ernesto Zedillo, quien recientemente aseguró que en el país “se acabó la democracia”.
En su posicionamiento, Sheinbaum no sólo rechazó el señalamiento, sino que recordó episodios de la administración zedillista que —dijo— minan la autoridad moral del exmandatario para hablar de democracia. Entre ellos mencionó la intervención de Zedillo en la integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el rescate bancario a través del Fobaproa.
“¿Cómo puede hablar de democracia quien rescató de manera muy corrupta con el Fobaproa a bancos y empresarios sin transparencia, dejando en la calle a los deudores? ¿O quien decidió acabar con la Corte de antes y nombrar a nuevos ministros a petición suya?”, cuestionó la mandataria.
Sheinbaum también subrayó que Zedillo pactó con Estados Unidos la alternancia presidencial en el año 2000, hecho que, recordó, fue documentado en las memorias del entonces candidato priista Francisco Labastida.
Sheinbaum confronta a Zedillo y resalta contraste entre pasado y presente democrático
Para la presidenta, estos hechos muestran una contradicción entre el discurso del expresidente y su propio legado político: “Imagínense la ironía de lo que está diciendo”.
En contraste, Sheinbaum enfatizó que el México actual se distingue por un cambio de fondo en el que la voz ciudadana tiene la última palabra. “El país es distinto, sí, por fortuna. ¿Quién lo decidió? El pueblo”, sostuvo.
Con ello, la mandataria buscó no solo responder a la crítica de Zedillo, sino marcar un antes y un después en la historia democrática de México, en la que su gobierno —aseguró— representa la voluntad popular y no los acuerdos cupulares.