Respalda presidenta legitimidad democrática de Hugo Aguilar como próximo titular de la SCJN
La jefa del Ejecutivo federal, Claudia Sheinbaum Pardo, reafirmó su respaldo a Hugo Aguilar como próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) ratificara oficialmente su victoria como el ministro más votado en la jornada electoral del pasado domingo.
Durante su conferencia matutina, la mandataria subrayó la relevancia de la participación ciudadana en este proceso inédito, donde por primera vez se sometió a votación directa una responsabilidad adicional para integrantes del máximo tribunal del país.
“La ciudadanía decidió, y lo hizo con claridad. Tanto Hugo Aguilar como Lenia Batres obtuvieron más votos que partidos como el PRI. Eso habla de una conciencia creciente del pueblo sobre el papel del Poder Judicial”, expresó.
Destacó también el perfil del jurista mixteco, a quien calificó como “un muy buen abogado”, con sólida trayectoria tanto en el ámbito del derecho indígena como en temas constitucionales y jurisdiccionales.
“Conozco a Hugo desde hace años. No solo es experto en pueblos originarios; tiene una visión amplia de la justicia y del país. Estoy segura de que su presidencia en la Corte será clave para consolidar la transformación del Poder Judicial”, puntualizó.
Respalda presidenta legitimidad democrática de Hugo Aguilar como próximo titular de la SCJN
La presidenta reconoció el nivel de participación ciudadana en la consulta, que alcanzó el 12.91 por ciento, cifra significativa tratándose de una elección sin precedentes para cargos dentro de un poder históricamente ajeno al voto popular.
Al ser cuestionada sobre el resto de los ministros que integran la SCJN, hizo un llamado a que se sumen a los esfuerzos por reformar el sistema judicial: “Es momento de dar ejemplo de que la transformación también ha llegado al Poder Judicial. Se requiere compromiso con la justicia y con el pueblo.”
La elección de Hugo Aguilar como presidente de la Corte se interpreta como un paso simbólico y político hacia una nueva etapa en la vida institucional del país, enmarcada por una reforma judicial promovida desde el Ejecutivo y respaldada en las urnas.
