Reabre el Templo Mayor con nuevas techumbres y una exposición de piezas repatriadas
La Zona Arqueológica de Templo Mayor reabrió sus puertas en su totalidad tras la instalación de una nueva techumbre sobre los adoratorios de Huitzilopochtli y Tláloc, protegidos ahora de futuros fenómenos meteorológicos. Este avance, fruto de la colaboración entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Gobierno de la Ciudad de México, responde a daños sufridos en 2021 y marca un nuevo esfuerzo por la preservación del patrimonio histórico de Tenochtitlan.
La inauguración incluyó la exhibición de piezas arqueológicas repatriadas desde Estados Unidos, en un acto que refuerza el compromiso de México en la recuperación y cuidado de su historia prehispánica. Entre los objetos devueltos, una selección de 103 piezas, destacan artefactos ceremoniales, figurillas y un portaincensario maya, esencial en los rituales dedicados a las divinidades. Estas piezas llegaron gracias a una operación encubierta en Texas, que resultó en la repatriación de patrimonio invaluable.
Trabajo artesanal y renovación de techumbres en la zona arqueológica
El proceso de renovación en Templo Mayor demandó precisión y técnicas artesanales para retirar las techumbres previas y resguardar los delicados restos arqueológicos. Según Patricia Ledesma, directora del Museo del Templo Mayor, la logística incluyó maniobras manuales, dado que la estructura de la zona impidió el uso de grúas en áreas clave, como los adoratorios de la Etapa II.
“Es un logro resultado de una labor coordinada entre el INAH, el gobierno capitalino y artesanos especializados, que han trabajado para asegurar que el Templo Mayor continúe siendo un espacio seguro y abierto al público”, afirmó Diego Prieto Hernández, director general del INAH.
Reabre el Templo Mayor con nuevas techumbres y una exposición de piezas repatriadas
Regreso de una pieza única: la lápida “Ce ozomatli”
La pieza estrella de la reapertura es un cilindro de basalto con la fecha “Ce ozomatli” (Uno mono), que representa un cráneo zoomorfo tallado por manos nahuas. La entrega de esta lápida a la administración del Museo del Templo Mayor resalta la relevancia del calendario adivinatorio nahua, y su compleja manufactura con basalto, obsidiana y turquesa rinde homenaje a la destreza artesanal de los antiguos habitantes de Tenochtitlan.
Altar de muertos: un homenaje a las tradiciones vivas
Como parte de las festividades de Día de Muertos, el Templo Mayor dedica un altar especial a los poblados de Guerrero, Oaxaca, Puebla y Veracruz, cuya herencia ha inspirado a los profesionales del sitio para recrear una atmósfera que une vivos y muertos en un espacio impregnado de luz, color y tradición.
Con estas nuevas techumbres, la Zona Arqueológica de Templo Mayor reabre para recibir a miles de visitantes y honrar la memoria de quienes hicieron de Tenochtitlan el corazón de la cultura mexica, fortaleciendo a su vez el compromiso por el resguardo y difusión del patrimonio cultural de México.
