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México voto 2024, entre el desencanto, la esperanza y el anhelado cambio que no llegó.

México voto 2024, entre el desencanto, la esperanza y el anhelado cambio que no llegó.

México voto 2024, entre el desencanto, la esperanza y el anhelado cambio que no llegó.

A VOTAR, COSTOSA DEMOCRACIA DE 60 MIL MILLONES DE PESOS EN ENTREDICHO POR VIOLENCIA Y FALTA DE CLARIDAD ENTRE “CONTINUISMO” Y “CAMBIO”.

México está en crisis por la falta de certeza de que el voto ciudadano se respete, aunado al clima de inseguridad que se vive en diferentes puntos geográficos del país, después de que durante este proceso electoral van alrededor de 30 candidatos y más de 300 renuncias de aspirantes y aspirantas a un cargo de elección a causa de la inseguridad.

Ni Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez han movido un ápice las fibras emocionales de los electores, quienes se sienten decepcionados.

Continuismo y cambio no se perciben claramente y para la gran mayoría de los mexicanos se trata de la disputa entre dos grupos políticos cuyo único botín por el que luchan son las riquezas que el país y sus habitantes generan.

El próximo 2 de junio, como se repite hasta el cansancio, México realizará la elección más grande en su historia, donde habrá de renovarse la Presidencia de la República, 9 gubernaturas, el Senado y la Cámara de Diputados, además de Congresos locales y miles de ayuntamientos, para este proceso electoral se tiene contemplada una inversión de 60 mil 451 millones de pesos, lo que equivale a 620 pesos por cada voto-elector que se emita o deje de hacerse. Sin embargo, por cada uno de los sufragios que queden sin emitirse, aumentará el costo de los que sí se depositen y contabilicen en las urnas.

Clientelismo a prueba

Analistas políticos, instituciones y gabinetes de estudios electorales, entre ellos Integralia, Consulta Mitofsky, Demotecnia de Las Heras, Parametría, Numeralia,  laboratorio Electoral,  Antonio Crespo, entre otros,  prevén en síntesis, que las huestes respectivas de cada uno de los partidos registrados y que constituyen lo que se denomina su “voto duro”, más el clientelismo electoral basado principalmente en dádivas y promesas económicas, determinarán a los triunfadores de las respectivas contiendas políticas, ante el aumento del abstencionismo.

Conforme al Instituto Nacional Electoral (INE), este 2 de junio de acuerdo al listado nominal, más de 99 millones de mexicanos tienen la posibilidad de acudir a las urnas a ejercer su sufragio, para lo cual se tiene contemplado un presupuesto de 60 mil millones de pesos.

Sin embargo, de acuerdo a dichos gabinetes de estudio de opinión y factores de riesgo político, lo mismo que encuestas oficiales, sólo poco más del 60 por ciento acudirá a las urnas, es decir casi 40 millones de mexicanos no votarán por el desencanto ciudadano que existe, ya que no hay credibilidad en los partidos políticos ni tampoco en los candidatos.

En 2021, el entonces presidente del INE, Lorenzo Córdova, informó que acudieron a votar solo un 52% de los entonces 94 millones de mexicanos empadronados.

Aunado a esto, como consecuencia de la complejidad de la política mexicana, cada vez más se vuelcan un sin fin de productos electorales, ahora principalmente vía redes sociales y portales de internet.

No obstante, continúan los pasacalles, perifoneo, anuncios en la radio, televisión y cine, lo mismo que en periódicos y revistas, aunque ahora son menos para justificar el millonario derroche que se les otorga a los partidos en aras de la democracia.

A tres semanas de que concluyan las campañas, la ciudadanía ha caído en el hartazgo, ya que las promesas realizadas desde los tiempos de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, Peña Nieto y ahora López Obrador, en poco o nada se cumplieron y millones de mexicanos viven en la pobreza por falta de oportunidades para incorporarse al mercado laboral.

¿Cuál es el descontento por parte de la ciudadanía? la realidad es que existen motivos de sobra para desconfiar y molestarse con la clase política mexicana, existe una frustración por parte de las personas al darse cuenta de que hay una deficiencia en la administración pública, la rendición de cuentas, articulación de consensos o la separación de poderes., aseguró el politólogo Nicolas Alvarado.

Seguridad, tema central

Las elecciones de México también ocurren en medio de un clima de violencia que se registra en diversas zonas del país, asociado, en parte, según el Gobierno, a la disputa que mantienen las bandas criminales por el control de la ruta de la droga hacia Estados Unidos.

Las estrategias de seguridad de los candidatos presidenciales en México: ¿Qué proponen? “Es muy triste pensar que puede darse que un porcentaje de la población decida, el día de la elección, no salir a votar precisamente por temor a la violencia. Y eso lo hemos visto en el pasado, porque mucho de lo que pasa cuando hay actividad de la delincuencia es que se vuelve un desincentivo para la población salir a manifestar su preferencia electoral y eso es sumamente grave más allá de que un gobierno, un partido o un candidato esté coludido con el crimen organizado”, sostiene la analista política y especialista en encuestas Lorena Becerra.

Tanto las autoridades electorales como el gobierno federal confían en que estos comicios presidenciales se desarrollen de manera masiva y en paz.

Los comicios de 2024 no solo han despertado la efervescencia de la contienda política, sino también la reflexión sobre los riesgos de violencia que esto implica.

En las próximas elecciones generales, se disputarán cerca de 20 mil cargos de elección popular entre ellos el de Presidencia de la República, 500 diputaciones federales y 128 senadurías, además de que en las 32 entidades se renovarán diputaciones locales y alcaldías, según ha informado el Instituto Nacional Electoral.

Tal cuota de poder en juego puede aumentar los riesgos de violencia, con base en el análisis de elecciones pasadas, comentó el periodista Jesús Bustamante, durante el panel “Periodismo en riesgo: los retos del contexto electoral en Sinaloa 2024”, con respaldo de la Embajada de Noruega en México.

El analista político Carlos Bravo Regidor destacó que la violencia asociada a las elecciones no es nueva, pero en esta ocasión tiene una característica muy preocupante, y es que cada vez es más “normalizada”

Asimismo, destacó que el papel del periodismo es el de ser la consciencia de la sociedad y no dejar de vigilar la integridad de la vida pública del país.

Noemí Pineda Fierro, investigadora del programa de protección de Artículo 19 Oficina para México y Centroamérica, organización coordinadora de la Red Rompe el Miedo (RRM), precisó que en esta plataforma de medios y colectivos se monitorean agresiones a periodistas en escenarios específicos con mayor grado de riesgo, como es el caso de marchas masivas o incluso los comicios, así que llamó a los periodistas de todo el país, a sumarse a esta Red.

Destacó que la RRM documentó 55 agresiones contra periodistas en relación con su trabajo desde el 19 de abril y hasta el 6 de junio, día de la jornada electoral, siendo los estados con mayor incidencia: Baja California, con 6 agresiones; Aguascalientes, Guanajuato y Jalisco, con 5 cada uno; además de Guerrero, Sinaloa y Yucatán con 4 casos cada uno.

El periodista Luis Fernando Nájera, corresponsal de Ríodoce en la zona norte de Sinaloa, pronosticó unas elecciones violentas en el estado por la intromisión de poderes fácticos y delincuencia organizada. No cree que del Estado provenga la protección para los periodistas, por lo que se pronunció por fortalecer las redes de apoyo entre los mismos integrantes del gremio, pero sin dejar de informar lo que está ocurriendo.

En representación de la Asociación de Periodistas y Comunicadores 7 de Junio, su directora, Lidia Oralia Sarabia, precisó la importancia de que los periodistas se encuentren cada vez más capacitados en temas de seguridad y protección integral, para reducir los riesgos. Pero también se pronunció por incentivar a la sociedad a participar y ejercer sus derechos.

“Creo que debemos buscar la fórmula para advertir de los riesgos, pero al mismo tiempo no desincentivar que las personas salgan a votar, son unas elecciones muy importantes y es necesaria la participación ciudadana”, conminó.

Costosademocracia

El gasto electoral contempla al Instituto Nacional Electoral (INE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), así como el financiamiento de partidos a nivel federal.

A lo anterior cabe sumarle los costos de los procesos estatales y municipales. El órgano electoral tendrá un presupuesto de 22 mil 322 millones de pesos, lo que incluye el gasto operativo y 9 mil 437 millones de pesos para la organización de los procesos electorales federales y locales.

Para el Tribunal Electoral encargado de calificar la elección presidencial, entregar la constancia de presidente electo, revisar impugnaciones, y calificar la asignación de diputaciones y senadurías, tendrá un presupuesto de 3 mil 622 millones de pesos. Mientras que los 32 Organismos Públicos Locales Electorales (Oples) y los 32 tribunales locales, erogarán 21 mil 643 millones de pesos.

Los recursos públicos se dividen entre los 20 mil cargos que están en juego para el próximo 2 de junio y elegir cada puesto de elección costaría poco más de 3 millones de pesos. Dentro de los gastos para el proceso electoral 2024 se encuentra el financiamiento a los siete partidos políticos nacionales que ronda en los 10 mil 444 millones de pesos, el cual desgraciadamente está “blindado” por la Constitución y no se puede reducir.

De acuerdo con el organismo Laboratorio Electoral, el costo total del proceso electoral es de 60 mil 451 millones 351 mil 931 pesos, en los que se incluye lo asignado a las autoridades electorales y jurisdiccionales administrativas locales y federales, así como el financiamiento para los siete partidos políticos nacionales y las decenas que existen como institutos locales en todo el país, que se desglosan como exponemos a continuación.

El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó por unanimidad, en diciembre pasado, el presupuesto para el Ejercicio Fiscal del año 2024, por un monto de 22 mil 322 millones 879 mil 716 pesos. Por su parte, para gastos relacionados con la organización de los comicios, a los Organismos Públicos Locales Electorales se les asignó 13 mil 682 millones 882 mil 726 pesos.

En el caso de las instancias de impartición de justicia electoral, el gasto se divide en tres mil 622 millones 833 mil 452 pesos para el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y dos mil 417 millones 536 mil 355 pesos para los tribunales locales, de acuerdo con información recabada por Laboratorio Electoral a través de solicitudes de información.

Para los partidos políticos los gastos se dividen en ocho mil 836 millones 613 mil 765 pesos para partidos políticos locales, además de 10 mil 444 millones 157 mil 311 pesos para los partidos políticos nacionales, los cuales se dividen así:

PAN – 613,175,183 pesos. PRI – 600,814,265 pesos. PRD – 236,266,711 pesos. PT – 225,814,634 pesos. PVEM – 282,581,897 pesos. Movimiento Ciudadano – 323,172,846 pesos. Morena – 1,023,068,078 pesos

Laboratorio Electoral añadió que los 22 mil millones de pesos asignados al INE son apenas 0.5 por ciento del gasto total para la administración pública, lo que significa que de cada 100 pesos que utiliza el gobierno, menos de cinco centavos son para el sistema electoral. En ese sentido, comparan este gasto con otros rubros del gasto público.

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Economía estable

Pese a la inestabilidad electoral y la oferta clara de las promesas que ofrecen, para la banca internacional México se mantiene estable financieramente y gane quien gane de los candidatos en la carrera presidencial, no impactarán mayormente la economía. Pese al mayor déficit fiscal y  las elecciones presidenciales en 2024, directivos de BlackRock y de la banca  coinciden en que el país mantendrá estabilidad económica y seguirá atrayendo capital extranjero. Sergio Méndez, director general de BlackRock México, resaltó que la disciplina fiscal del gobierno actual es garantía de estabilidad económica, además de los ingresos petroleros y el ingreso de remesas internacionales producto de los envíos de mexicanos  que hacen a sus familias desde el exterior. Para este año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), calculó un déficit presupuestario de 5.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el más alto de las últimas tres décadas.

Desde la perspectiva de BlackRock, este déficit en México se da cuando el gobierno no cumple con su meta de ingresos para hacer frente a su gasto ejercido, pero se encuentra en un nivel manejable. El panorama optimista que presenta BlackRock sobre México para 2024 también la comparte el banco Scotiabank, que indica que el periodo electoral no será un riesgo y freno para las inversiones en el país, principalmente las provenientes de empresas extranjeras. “ Cuando se hacen inversiones de este estilo, tienes que tener una visión de mediano y de largo plazo. Realmente no vemos que este proceso electoral que vamos a tener vaya a ser un freno para el nearshoring”, aseguró Adrián Otero, director general de Scotiabank México. Otero precisó que el banco ha identificado nuevos flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) por lo menos en 14 estados, en donde Nuevo León concentra cerca de 50 por ciento de estos recursos. Cabe destacar que BlackRock Inc, es una empresa que cotiza en la bolsa de valores de Nueva York con el símbolo BLK.BlackRock desarrolló luego el Fondo Blackstone Term Trust, el cual levantó 1.000 millones de dólares por parte de varios inversionistas privados. La llegada de este fondo supuso el ascenso directo de BlackRock a la cima en el mundo de las inversiones institucionales. Nuestro país como se sabe recibe financiamiento de esta empresa trasnacional y de muchas otras para apalancar su desarrollo, ya que estamos sobreendeudados desde hace lustros, convirtiendo este proceso en un círculo vicioso del que a corto plazo es imposible salir.

Escenarios de la elección presidencial

La mayoría de obradoristas (con pocas excepciones) está absolutamente seguro de que su candidata ganará y con gran ventaja. También, muchos Xochilovers (no todos) creen que su favorita será quien triunfe, sin lugar a dudas.

Sabemos que es muy común ver las cosas a partir de nuestros deseos, más allá de lo que la realidad indique. En mi caso (como el de muchos otros) no tengo elementos suficientes para prever el resultado del 2 de junio.

A diferencia de los procesos electorales desde 1988, ahora no tengo los indicadores necesarios como para hacer un pronóstico (señalar al ganador).

Es verdad que Claudia Sheinbaum tiene muchas ventajas (principalmente la herencia del voto duro de AMLO, así como el apoyo del gobierno federal y de 22 gobiernos estatales, que no es poca cosa), pero no descarto que haya movimientos que puedan volcar el triunfo a favor de Xóchitl Gálvez (ha pasado en muchos procesos de México y otros países).

Ante lo cual no queda más remedio que diseñar escenarios. Aquí señalo los 4 que se derivan de dos variables básicas; quién gana y por cuánta distancia:

  1. A) Triunfo amplio de Sheinbaum. Es el que creen sus adeptos que ocurrirá, en cuyo caso a la oposición no le quedaría más remedio que reconocer (con gran desilusión) que, por distintas razones (lícitas, ilícitas, de campaña, de ideología, etc), no pudieron remontar las ventajas estructurales de la morenista.

 

  1. B) Triunfo estrecho de Sheinbaum (digamos 3% o menos). En tal caso, la oposición consideraría (no sin razón) que las ventajas ilegales que hemos visto desde hace dos años a favor de Claudia habrían sido determinantes en el resultado, por lo cual vendrían apelaciones legales y movilizaciones políticas.

Habría agitación hasta cierto punto, y el ambiente político quedaría más agitado que en el escenario anterior. Pero probablemente no pasaría de ahí. Se confirmaría el triunfo de Morena, aunque mucha gente la consideraría “espuria”, como ocurrió con Calderón en 2006.

  1. C) Triunfo estrecho de Xóchitl. Es decir, un triunfo por 3% o menos. Es, me parece, el escenario más peligroso porque López Obrador, que es exactamente lo opuesto a Ernesto Zedillo en este tema, acusaría de fraude a la oposición (dinero de empresarios, intromisión de organismos internacionales, conjura internacional, etc.) y haría todo lo que pudiera para invertir el resultado.

Eso podría hacerlo si aún controla la mayoría de magistrados en el TEJPF, como hoy ocurre, mismo que podría anular las casillas necesarias para modificar el veredicto. Desde luego, esto implicaría un alto riesgo de inestabilidad política y, por ende, económica.

  1. D) Triunfo claro de Gálvez (de 5 puntos para arriba). Es el escenario que hoy se ve más difícil por las ventajas de Estado que tiene Claudia.

Pero no lo descarto del todo, pues se puede dar un vuelco como hemos visto en otros momentos y países. En tal caso, AMLO tampoco reconocería el triunfo (jamás lo ha hecho), apelaría a fraude y demás.

Pero por la amplitud del margen, no creo que le fuera posible echar abajo ese resultado. Hay quienes temen que en este escenario AMLO buscaría de plano dar un golpe con respaldo del Ejército.

No lo creo, no porque AMLO no lo buscara, sino porque pese a todo, las Fuerzas Armadas no parecen haber perdido del todo su institucionalidad, porque en su interior hay divisiones, y porque los generales saben que eso sí sería intolerable para Estados Unidos (pues no somos Nicaragua).

Concretar este último escenario representa un gran reto para Xóchitl y sus seguidores, que por tanto deben pensar muy bien la estrategia, las diversas narrativas (según los sectores de un electorado heterogéneo), los debates, cómo atraer a los indecisos, etcétera. Tarea nada sencilla pero, al menos desde mi punto de vista, no imposible. Dependerá de lo que suceda en lo que falta para el día de la elección, a partir de múltiples variables aún sin despejar.


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