México defiende a sus migrantes y rechaza impuesto a remesas en diálogo con EUA
En medio de crecientes tensiones bilaterales por políticas económicas y migratorias, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, sostuvieron una llamada telefónica para abordar temas clave en la relación entre ambos países. Aunque el eje de la conversación estuvo en la seguridad, desde México se puso sobre la mesa la preocupación por un tema que afecta directamente a millones de familias: el posible impuesto a las remesas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) subrayó que el canciller De la Fuente enfatizó el papel crucial que juegan las remesas enviadas por trabajadores mexicanos en Estados Unidos, las cuales representan una fuente vital de ingresos para millones de hogares. Ante ello, manifestó la firme oposición del gobierno mexicano al proyecto de ley estadounidense que busca aplicar un impuesto del 3.5 % a estos envíos.
El proyecto, impulsado por legisladores republicanos y ya aprobado en la Cámara de Representantes, ha generado inquietud en México. Según cifras del Banco de México, las remesas superaron los 60 mil millones de dólares en 2024, convirtiéndose en una de las principales fuentes de divisas para el país, por encima incluso de sectores como el petróleo o el turismo.
En este contexto, De la Fuente también informó a su homólogo estadounidense sobre la próxima visita a Washington DC de legisladores mexicanos, quienes buscarán entablar un diálogo directo con sus contrapartes para explicar los efectos negativos que tendría la aprobación de esta medida.
México defiende a sus migrantes y rechaza impuesto a remesas en diálogo con EUA
Por su parte, el Departamento de Estado de EUA centró su versión del diálogo en las prioridades compartidas en materia de seguridad, como el combate al narcotráfico, la seguridad fronteriza y el fortalecimiento económico regional. Washington calificó el intercambio como un paso para “intensificar la cooperación” bilateral.
La llamada ocurre en un entorno político tenso, no sólo por la iniciativa fiscal contra las remesas, sino también por los recientes aranceles impuestos por la administración republicana a productos mexicanos, en lo que expertos consideran un giro proteccionista que podría afectar el T-MEC.
Ambos gobiernos coincidieron en mantener el canal de comunicación abierto. Sin embargo, el tema de las remesas se perfila como uno de los principales puntos de fricción, al tocar una fibra sensible para la economía y el tejido social de México: la vida de millones de familias que dependen del apoyo económico de sus migrantes.
