Golpe estratégico al crimen organizado: operativos coordinados desarticulan infraestructura criminal en el norte del país


A poco más de dos meses del inicio del operativo conjunto lanzado el pasado 5 de febrero, las autoridades federales han logrado importantes avances en el debilitamiento de las capacidades logísticas y operativas del crimen organizado en diversas regiones del norte del país. Con un total de 2,481 personas detenidas y la incautación de más de 26 toneladas de drogas, los resultados confirman la contundencia del despliegue interinstitucional.
El operativo, realizado con estricto apego al Estado de derecho y respeto a los derechos humanos, ha permitido no sólo el decomiso de armas y narcóticos, sino la identificación y desmantelamiento de infraestructura clave utilizada por los grupos delictivos.
En Sinaloa, por ejemplo, se logró localizar e inhabilitar un laboratorio clandestino junto con 10 zonas de concentración de precursores químicos, con una afectación estimada de 6,549 millones de pesos a las organizaciones criminales. Además, se aseguraron más de 12 mil litros de sustancias para la elaboración de metanfetaminas y equipo industrial como centrifugadoras y tanques de gas.
Baja California y Sonora registraron detenciones relevantes y el aseguramiento de armas, drogas y vehículos. En Cajeme y General Plutarco Elías Calles se decomisaron un total de nueve armas largas, más de 1,000 cartuchos y chalecos tácticos, lo que evidencia una fuerte presencia armada que ahora ha sido neutralizada.
Golpe estratégico al crimen organizado: operativos coordinados desarticulan infraestructura criminal en el norte del país
En Tamaulipas, los operativos en Matamoros y Reynosa permitieron detener a presuntos integrantes del crimen organizado con material bélico, equipo de videovigilancia y artefactos ponchallantas, lo que refuerza la hipótesis sobre el uso sistemático de tecnología para el control territorial.
El despliegue continuará de forma sostenida, según indicaron fuentes del gobierno federal, con el objetivo de consolidar una estrategia de seguridad que debilite de raíz la capacidad de operación de los grupos criminales, mediante inteligencia táctica y una respuesta integral del Estado mexicano.