Fractura interna en el Poder Judicial: jueces denuncian oportunismo y pérdida de legitimidad


Un nuevo capítulo de tensión se abre en el Poder Judicial tras la publicación de un pronunciamiento crítico firmado por jueces en funciones, quienes advierten sobre una profunda fractura interna derivada del reciente proceso electoral en ese órgano. A través del colectivo Artículo 41 del Poder Judicial, los jueces Juan José Olvera, Rogelio Alanís y José Manuel Torres emitieron un posicionamiento titulado “La desgracia de los traidores. La derrota y el desprecio”, en el que cuestionan severamente la actuación de algunos colegas que, a su juicio, han comprometido la independencia judicial en busca de beneficios personales.
En el documento, los firmantes reconocen a quienes decidieron participar en las elecciones internas pese a considerar “ilegal” la reforma judicial que dio origen al proceso. Señalan que esa participación se dio con “convicción, esfuerzo y dignidad” por parte de quienes aspiran a defender sus cargos obtenidos mediante concursos de oposición.
Sin embargo, la mayor parte del pronunciamiento se dirige a un sector del Poder Judicial que, según los jueces, ha optado por alinearse con el discurso oficialista y buscar ascensos bajo una lógica política. Denuncian que algunos juzgadores utilizaron el proceso como plataforma para acercarse al poder, sacrificando los principios de imparcialidad y mérito que históricamente han sostenido la carrera judicial.
Fractura interna en el Poder Judicial: jueces denuncian oportunismo y pérdida de legitimidad
“El 90% del electorado se abstuvo y el 10% restante anuló su voto o favoreció otras candidaturas. Ese es el rechazo a quienes se traicionaron a sí mismos por conveniencia”, sostienen, al considerar que la escasa participación es un reflejo del desprestigio generado por esta supuesta politización.
El documento no solo exhibe el malestar por lo que consideran un proceso ilegítimo, sino que también pone en evidencia una división cada vez más profunda entre sectores del Poder Judicial: uno que exige preservar la autonomía, y otro que, de acuerdo con los firmantes, cede ante presiones externas en busca de ascensos o legitimidad política.
“El juez no puede convertirse en operador de poder. Somos garantes de la libertad, la justicia y la dignidad humana. Quien olvida eso, olvida su papel en la democracia”, concluye el posicionamiento, que representa una llamada de atención frente al riesgo de erosión institucional desde dentro del propio sistema judicial.