Estrategia de seguridad federal ante el asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos
La trágica ejecución del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, ocurrida este lunes, ha encendido las alarmas en el gobierno federal, lo que llevó a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a informar que la Fiscalía General de la República (FGR) podría atraer el caso debido a la gravedad de los hechos.
Sheinbaum declaró que su gabinete de seguridad se reunirá este martes para analizar el homicidio y presentar una estrategia integral de seguridad, en la cual se fortalecerá la presencia de fuerzas federales en los estados más afectados por la violencia, con el objetivo de contener el avance del crimen organizado. Esta medida contará con la coordinación de los tres órdenes de gobierno, priorizando a las entidades con mayor índice delictivo.
El asesinato de Alejandro Arcos, quien asumió la alcaldía de Chilpancingo por la coalición PRI-PAN-PRD el 1 de octubre, ha conmocionado al país debido a la brutalidad del crimen. El edil fue encontrado decapitado en una camioneta blanca, con su cabeza colocada sobre el toldo del vehículo, en la colonia Villa del Roble, en la capital de Guerrero. El crimen ocurre solo unos días después del asesinato de Francisco Gonzalo Tapia, secretario del Ayuntamiento, quien fue atacado en el Zócalo del municipio el pasado 3 de octubre.
Estrategia de seguridad federal ante el asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos
Ante estos hechos, el líder nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, exigió la intervención de la FGR para esclarecer el homicidio y dar con los responsables. Asimismo, reiteró la necesidad de reforzar la seguridad en municipios y estados controlados por el crimen organizado.
En su última aparición pública, el alcalde Alejandro Arcos participó en labores de reconstrucción en la zona de Tepechicotlán, apenas un día antes de su asesinato, demostrando su compromiso con la comunidad a pesar de las crecientes amenazas en la región.
El gobierno federal ahora enfrenta la difícil tarea de ofrecer una respuesta contundente ante este y otros casos de violencia política en el país, mientras se intensifica el clamor por mayor seguridad en Guerrero y otros estados afectados por la delincuencia organizada.