Consolidación del nuevo modelo de seguridad: resultados de ocho meses de la estrategia de Sheinbaum


A ocho meses de la puesta en marcha de la Estrategia Nacional de Seguridad impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, el Gobierno de México presentó este martes un informe que muestra avances sustantivos en la lucha contra el crimen organizado, el debilitamiento financiero de estructuras criminales y la consolidación de una nueva arquitectura de seguridad nacional.
Basada en cuatro pilares —atención a las causas, fortalecimiento de la Guardia Nacional, inteligencia e investigación, y coordinación interinstitucional—, la estrategia ha dado pie a una mayor capacidad de respuesta del Estado en zonas de alta conflictividad, como Guerrero, Jalisco, Michoacán y la frontera norte del país.
Inteligencia y coordinación: claves del nuevo enfoque
Representantes del Gabinete de Seguridad —integrado por la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Secretaría de Gobernación, la Fiscalía General de la República y el Centro Nacional de Inteligencia— detallaron una serie de operativos recientes que reflejan la efectividad de este modelo.
En Acapulco, Guerrero, fue desarticulada una célula generadora de violencia y rescatada una víctima; en Tabasco, tres operativos distintos permitieron detener a más de 30 personas vinculadas al robo de hidrocarburos y homicidios múltiples. En Jalisco, se logró la captura de un objetivo prioritario del Cártel Jalisco Nueva Generación.
En acciones simultáneas en los estados fronterizos —producto de la “Operación Frontera Norte” instruida por Sheinbaum— se aseguraron 38 toneladas de droga, más de 3,400 armas y medio millón de cartuchos.
Impacto nacional y debilitamiento de estructuras criminales
Entre octubre de 2024 y junio de 2025, las fuerzas federales han detenido a más de 23,000 personas por delitos de alto impacto, asegurado 172 toneladas de droga, e inhabilitado más de 990 laboratorios clandestinos, afectando las finanzas criminales por cientos de millones de pesos.
“Estos resultados no son producto de improvisación, sino del fortalecimiento estructural de nuestras instituciones de seguridad y de inteligencia. Es la consolidación de un modelo coordinado y con visión de Estado”, señalaron las autoridades durante la conferencia.
Atención a las causas: la otra vertiente de la estrategia
Aunque la información presentada se centró en operativos y resultados tácticos, desde Palacio Nacional se insiste en que el componente social de la estrategia —que incluye becas, acceso a educación y empleo en comunidades vulnerables— es igualmente prioritario.
“Una estrategia de seguridad sin atención a las causas solo administra la violencia. Lo que impulsa la presidenta Sheinbaum es un nuevo paradigma”, subrayó un vocero del Gabinete de Seguridad.
Retos pendientes
A pesar de los avances, las autoridades federales reconocen que persisten desafíos significativos, particularmente en el control territorial de regiones donde operan grupos armados con alto poder de fuego y capacidad logística.
Casos como la agresión a militares en Sinaloa —donde murió un líder del crimen organizado tras un enfrentamiento— evidencian que aún hay regiones donde la recuperación del control estatal es parcial.