Les cobran $4,416 pesos por comer en una palapa de Progreso
En un reciente suceso en Progreso, Yucatán, una mujer compartió a través de redes sociales la impactante experiencia que vivió al descubrir la cuenta de un restaurante local, que alcanzó la sorprendente cifra de $4,416 pesos.
La historia se tejió en torno a la decisión de la mujer de comer en un establecimiento sin identificación clara, ubicado bajo una sombrilla, lo que desencadenó una experiencia desagradable y costosa.
La narrativa se construye con la indignación de la protagonista al encontrarse con una cuenta exorbitante, resaltando la falta de un menú específico para turistas.
La mujer expresó su habitual disposición a disfrutar de la comida en cualquier lugar, pero este incidente se percibió como un insulto.
Agravando la situación, la mujer estaba acompañada por dos personas no originarias de Mérida, lo que aumentó su descontento y vergüenza.
$4,416 pesos por comer en una palapa de Progreso, indignación de una persona al encontrarse con una cuenta exorbitante
La solicitud gastronómica incluyó una orden de pollo empanizado, 2 órdenes de pescado empanizado, papas a la francesa, un pescado frito entero, 3 cocas, 3 aguas y 1 cerveza.
La publicación reveló la sorpresa de la mujer al descubrir los elevados precios, destacando especialmente los costos de las porciones de pescado frito, que ascendieron a más de 2,300 pesos.
El tono de la publicación refleja incredulidad y desconcierto ante la situación, utilizando expresiones como “ME QUIERO VOLVER CHANGO” y cuestionando si los precios podrían estar relacionados con algún evento especial como el carnaval.
El post original concluye con un llamado a la reflexión sobre la falta de claridad en la identificación del restaurante y la posibilidad de contar con menús diferenciados para turistas.
Este incidente, más allá de ser una anécdota personal, destaca la importancia de la transparencia en la oferta gastronómica y la necesidad de establecer mecanismos que eviten situaciones desagradables y sorpresivas para los comensales.
La historia sirve como advertencia para los visitantes sobre la importancia de elegir lugares con información clara sobre sus servicios y precios, evitando sorpresas desagradables en la factura final. Fotos: Tabata Sánchez.
