Preocupación por el flujo migratorio en México: una crisis sin reconocimiento oficial
Preocupación por el flujo migratorio en México: una crisis sin reconocimiento oficial
El Instituto Nacional de Migración (INM) de México ha revelado cifras alarmantes sobre el flujo migratorio en los últimos seis años, reportando la captura de más de 6 millones 400 mil personas migrantes provenientes de 179 países, en un contexto que refleja la mayor ola migratoria en la historia reciente del país. Este fenómeno, que ha sido intensificado durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, sigue creciendo sin que se reconozca oficialmente como una crisis por los gobiernos de la región, señaló el analista migratorio guatemalteco Fernando Castro Molina.
Venezuela, líder en capturas migratorias
El incremento constante en el flujo de personas que transitan por territorio mexicano es evidente, y el informe del INM muestra que la población venezolana ha sido la más afectada, encabezando las cifras de capturas en el país. Esto coincide con la creciente migración de venezolanos hacia México y otros países de América Latina en busca de mejores oportunidades, empujados por la crisis política y económica en su país.
Preocupación por el flujo migratorio en México: una crisis sin reconocimiento oficial
Impacto regional de la crisis migratoria
Si se suman las cifras de la frontera sur de Estados Unidos, donde entre 2020 y 2023 fueron capturadas más de 8.2 millones de personas, los números totales alcanzan más de 14.6 millones de migrantes que han atravesado territorio mexicano en este periodo. Este fenómeno debería ser motivo de preocupación para los gobiernos latinoamericanos, quienes, según Castro Molina, deben actuar de manera conjunta e integral para encontrar soluciones viables a través de mecanismos como la Declaración de Los Ángeles, la cual busca fomentar el empleo y el desarrollo en los países que más expulsan migrantes.
Una responsabilidad compartida
Castro Molina subrayó la necesidad de que los gobiernos asuman con mayor seriedad esta situación, ya que el no atenderla tendrá graves consecuencias para los países que se encuentran en la ruta migratoria, como es el caso de México. “Es hora de actuar con responsabilidad”, afirmó, haciendo un llamado a las autoridades para que promuevan políticas que no solo frenen los flujos migratorios, sino que también aborden las causas estructurales que los generan.