El reto de la orientación vocacional para el mercado laboral
Por: Martha Castro
La juventud de México enfrenta retos para acceder a empleos de calidad. A pesar de tener más años de escolaridad que cualquier generación previa, los jóvenes que recién comienzan a trabajar tienen menos probabilidad de encontrar un empleo en la formalidad y tienen expectativas salariales más bajas en comparación con las generaciones previas. Aún así, seguir estudiando una carrera es mejor alternativa en términos económicos que no hacerlo. Si bien la educación superior tiene el potencial de transformar la vida profesional de las personas, es fundamental incluir estrategias que mejoren su empleabilidad al egresar de las universidades.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los estudiantes que reciben orientación vocacional tienen más probabilidades de obtener mejores resultados en sus empleos como adultos jóvenes. El acompañamiento temprano permite a los estudiantes entender mejor las opciones profesionales disponibles y las habilidades necesarias para tener éxito en el mercado laboral. Sin embargo, en México, la orientación vocacional sigue siendo la excepción, y sus efectos son evidentes.
Un proceso de orientación vocacional efectivo debe incluir actividades de autoconocimiento y reflexión vocacional, exploración del futuro profesional, las condiciones del mercado laboral y un acercamiento a experiencias profesionales (job shadowing, en inglés) desde temprana edad. Sin embargo, en México, las materias vinculadas con la orientación vocacional se introducen hasta el último año de bachillerato e ignoran contenidos cruciales para la toma de decisiones.
En menos de dos décadas, la cantidad de jóvenes inscritos en alguna universidad se duplicó en el país, al pasar de 2.4 millones de personas en 2005 a 4.1 millones en 2023. Esto equivale a un crecimiento de 11 puntos porcentuales al pasar de 24 % a 35 % de la población entre 18 y 22 años matriculada en el mismo periodo. Sin embargo, la elección de carreras ha cambiado muy poco a pesar de los cambios tecnológicos que permean en el mercado laboral. En 2023, los programas profesionales más estudiados en el país son casi los mismos que en 2005. Cuatro de las cinco carreras más populares en 2005 permanecen en la actualidad como las más estudiadas: Derecho, Administración, Psicología e Ingeniería industrial.
Ante un mundo laboral que se transforma vertiginosamente, urge que seamos capaces de formar talento más especializado y que responda a las necesidades del mercado laboral. Hoy eso no está pasando y el resultado es una menor empleabilidad de los jóvenes. Por eso, desde hace 10 años, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analiza las condiciones laborales de los profesionistas en México por medio de Compara Carreras. Esta plataforma es única en su tipo, por lo que se convierte en una aliada para los padres, tutores, orientadores vocacionales, profesores y jóvenes para acercar información que nutra la toma de decisiones.
Para que la educación superior se traduzca en mejores oportunidades laborales para los jóvenes y mayor competitividad para el país, los estudiantes deben recibir orientación que les permita interactuar directamente con empleadores por medio de prácticas profesionales, así como comparar las perspectivas laborales que enfrentan los egresados de licenciatura. Para ello, las autoridades educativas deben garantizar la obligatoriedad y eficacia de estos programas y promover una mayor cercanía entre instituciones de educación superior y empleadores. La vinculación entre la oferta y la demanda de talento por medio de un adecuado proceso de orientación vocacional puede favorecer la empleabilidad de los jóvenes.