Arranca venta de nochebuenas en la CDMX: impulso a productores locales
Apoyo al sector rural
Las secretarias de Turismo, Alejandra Frausto, y de Medio Ambiente, Julia Álvarez Icaza, destacaron la relevancia de esta iniciativa para respaldar a los productores rurales de la capital.
“Con la compra de las flores de nochebuena, se apoya a más de 250 familias de manera directa y a más de mil 500 de manera indirecta”, señalaron durante el evento.
El programa no solo busca fortalecer la economía local, sino también promover el consumo responsable y sostenible de productos agrícolas tradicionales de la región.
Arranca venta de nochebuenas en la CDMX: impulso a productores locales
Puntos de venta y precios accesibles
Para facilitar el acceso a las nochebuenas, se han establecido 10 puntos de venta en la ciudad, entre los que destacan el mercado “Palacio de la Flor” y el mercado de plantas en Cuemanco, ambos ubicados en Xochimilco. Además, se instalará una expoventa en el Pabellón de la Reforma, en Paseo de la Reforma, donde los asistentes podrán adquirir estas plantas.
Los precios oscilan entre los 30 y 200 pesos, dependiendo del tamaño y color de la planta, lo que ofrece opciones para todos los presupuestos.
Impacto cultural y económico
La venta de nochebuenas no solo tiene un impacto económico, sino también cultural, al preservar la tradición de esta flor como símbolo de las celebraciones decembrinas. Xochimilco, al ser uno de los principales productores de nochebuenas en el país, reafirma su papel como un referente agrícola y turístico de la Ciudad de México.
Un llamado a consumir local
Las autoridades invitaron a la ciudadanía a sumarse al esfuerzo comprando nochebuenas locales y contribuyendo al desarrollo de las comunidades rurales. Esta campaña busca no solo consolidar el vínculo entre productores y consumidores, sino también fortalecer la identidad cultural de la capital.
Con el inicio de esta temporada, la Ciudad de México se viste de color para celebrar las fiestas de fin de año y brindar un impulso a quienes trabajan para mantener vivas las tradiciones y la economía local.