México enmarca sanciones de EUA como parte de una coordinación sostenida contra el huachicol
El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo colocó las recientes sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) dentro de una lógica de cooperación bilateral de largo aliento, al subrayar que el congelamiento de cuentas y medidas financieras contra este grupo criminal y su líder, José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”, no representan un hecho aislado ni un viraje en la relación entre ambos países.
Durante su posicionamiento, la mandataria restó dramatismo al anuncio de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), al recordar que acciones similares se han aplicado desde años atrás y forman parte de los mecanismos ordinarios de intercambio de información y coordinación en materia de seguridad financiera y combate al crimen organizado. En ese sentido, enfatizó que México mantiene el control de sus investigaciones y que cualquier posible operación ilícita desde centros de detención debe ser revisada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, conforme a las leyes nacionales.
Sheinbaum aprovechó el tema para reforzar el mensaje de que el combate al robo de combustibles sigue siendo una prioridad estratégica del Estado mexicano. Recordó que, bajo la actual administración, se han intensificado los operativos contra el huachicol, con resultados tangibles como las detenciones y decomisos realizados en agosto de 2025, cuando se aseguraron más de 164 mil litros de hidrocarburos robados, además de infraestructura utilizada para su extracción y traslado ilegal.
El propio comunicado de la OFAC señala que el CSRL obtiene la mayor parte de sus ingresos del robo de combustibles, actividad que alimenta un mercado negro transfronterizo y ha detonado altos niveles de violencia en Guanajuato, principalmente por su confrontación con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). No obstante, el documento también deja ver —de manera implícita— los avances de las autoridades mexicanas en el debilitamiento de estas redes criminales, al enfocarse en sanciones financieras que complementan las acciones operativas en territorio nacional.
México enmarca sanciones de EUA como parte de una coordinación sostenida contra el huachicol
Para el gobierno mexicano, este tipo de medidas confirman que la estrategia de la Cuarta Transformación busca atacar las estructuras económicas del crimen organizado, no solo desde la persecución penal, sino desde la protección de sectores estratégicos como el energético. El desmantelamiento del huachicol, subrayó la presidenta, no solo reduce la violencia, sino que protege los ingresos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y fortalece la soberanía energética del país.
Así, el tema de las sanciones estadounidenses fue presentado no como una presión externa, sino como un componente más de una relación bilateral basada en el respeto, la coordinación y la corresponsabilidad frente a amenazas compartidas, con México manteniendo la conducción de su política de seguridad y justicia.
