Marina desactiva esquema interno de trasiego en el AICM; golpe financiero supera los 92 millones de pesos
La Secretaría de Marina (Semar) desmanteló una estructura de tráfico de droga que operaba desde el interior del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), una de las terminales aéreas más vigiladas del país. La operación, realizada en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR), reveló fallas internas y mecanismos de corrupción que permitían el ingreso y traslado de cargamentos sin los controles obligatorios.
De acuerdo con información oficial, los trabajos de inteligencia detectaron un patrón: paquetes que abordaban vuelos comerciales con destino a Tijuana, Baja California, sin pasar por las máquinas de rayos X, un procedimiento obligatorio para todo tipo de carga. La ruta irregular levantó alertas sobre un posible contubernio entre personal operativo y grupos dedicados al trasiego de sustancias ilícitas.
Fue así que, el 21 de noviembre, elementos de la Marina realizaron un operativo en la Terminal 2, donde aseguraron a cuatro personas presuntamente vinculadas a esta red. Durante la revisión, se encontraron 271 paquetes de presunta cocaína, con un peso total de 270 kilogramos, ocultos y distribuidos para su pronta movilización.
La estructura contaba con apoyo logístico que incluía dos camionetas tipo VAN y cuatro equipos telefónicos, instrumentos que presuntamente eran utilizados para coordinar el movimiento del cargamento dentro y fuera del aeropuerto.
Marina desactiva esquema interno de trasiego en el AICM; golpe financiero supera los 92 millones de pesos
Los detenidos fueron trasladados y puestos a disposición de las autoridades competentes por delitos contra la salud, mientras continúan las indagatorias para determinar si hay más personal involucrado, ya sea dentro del AICM o en empresas privadas que operan en la terminal.
La Marina informó que el decomiso representa un golpe económico estimado en 92 millones 48 mil 498 pesos para la delincuencia organizada, cifra que, según autoridades federales, refleja la magnitud de la operación desarticulada y la capacidad de penetración de los grupos criminales en infraestructura estratégica.
Las autoridades no descartan nuevas detenciones y reconocen que el caso evidencia la necesidad de reforzar los controles de seguridad en el aeropuerto, particularmente en el manejo de carga y en las áreas donde existen mayores oportunidades de complicidad.
