María Corina Machado reprocha ausencia de respaldo institucional español y reivindica liderazgo europeo en defensa de Venezuela
La líder opositora venezolana María Corina Machado convirtió su primera aparición pública tras meses en la clandestinidad en un firme mensaje político dirigido a la comunidad internacional, particularmente al Gobierno de España. Desde Oslo, donde recibió el Premio Nobel de la Paz 2025, la dirigente criticó la “insuficiente implicación institucional” del Ejecutivo de Pedro Sánchez frente a la crisis venezolana, contrastándola con el apoyo social que —afirmó— sí han ofrecido los ciudadanos españoles.
Durante una rueda de prensa celebrada en la capital noruega, Machado agradeció el respaldo de la sociedad civil española, de medios de comunicación, partidos y parlamentarios, pero remarcó que ese acompañamiento “no ha encontrado un eco equivalente en el Gobierno”. Según su visión, esa falta de respuesta es ya objeto de escrutinio: “La historia juzgará, como lo hace hoy el pueblo de Venezuela, lo que ha faltado, que desde luego ha faltado”, declaró.
Enfoque: una crítica que busca reposicionar el respaldo europeo
Más allá del señalamiento al Gobierno español, la ganadora del Nobel aprovechó su presencia internacional para subrayar que otros países europeos sí han ejercido un papel más contundente en la defensa de los derechos y libertades en Venezuela. “Ha habido otros gobiernos que han asumido el liderazgo por la defensa del pueblo de Venezuela”, afirmó, subrayando que la causa no se limita a afinidades partidistas: “Esto no va de defender un movimiento ni es una cosa de partidos, sino que se trata de defender la libertad, la justicia y la igualdad”.
Analistas internacionales coinciden en que el mensaje de Machado apunta a reactivar la movilización diplomática en torno a Venezuela, en un momento en el que sectores de la Unión Europea han optado por priorizar agendas internas. Su discurso, según observadores, pretende colocar nuevamente a Venezuela como un caso emblemático de violaciones a la democracia en el continente.
Un vínculo histórico que Machado busca reactivar
En su intervención, la opositora evocó la relación histórica entre ambos países, recordando que Venezuela acogió a miles de españoles durante el exilio republicano y en décadas posteriores. “Nosotros acogimos a muchísimos españoles en tierra venezolana y ellos han acogido a sus hijos. Aunque los queremos de vuelta”, expresó, en un mensaje que combinó gratitud, nostalgia y un llamado implícito a la solidaridad gubernamental.
Diplomacia y simbolismo en Oslo
La agenda oficial de Machado en Noruega incluyó encuentros con el rey Harald V, la reina Sonia y el príncipe heredero Haakon, quienes la recibieron en el Palacio Real. Fue luego acompañada por Asle Toje, vicepresidente del Comité Noruego del Nobel, al Grand Hotel de Oslo, para su primera aparición pública desde enero.
A pesar del interés diplomático despertado por su presencia en Europa, la opositora adelantó que no tiene previsto una gira internacional. Tampoco visitará España en esta ocasión. Según afirmó, su prioridad inmediata es reorganizar su retorno a Venezuela: “Vine a recibir el premio en nombre del pueblo venezolano y lo llevaré de vuelta a Venezuela en el momento oportuno”.
Una salida de película y un regreso incierto
Machado reveló nuevos detalles sobre su arriesgada salida de Venezuela, un operativo que describió como “propio de una película de Hollywood”. Tras meses en la clandestinidad debido a la persecución del régimen de Nicolás Maduro, debió abandonar el país por vía marítima. Pasó horas a la deriva antes de ser rescatada y trasladada a un punto seguro desde donde finalmente logró volar a Oslo.
Confirmó que el operativo contó con apoyo del gobierno de Estados Unidos, al que agradeció por el “esfuerzo de hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas”. Reconoció también que en varios momentos temió por su vida.
Sobre su vuelta a Venezuela, mantuvo la reserva absoluta: no habrá anuncio previo ni pistas sobre cómo ocurrirá. “No diré cuándo ni cómo será”, advirtió, dejando claro que la seguridad sigue siendo la prioridad.
El Nobel como símbolo político
El reconocimiento internacional, dijo Machado, pertenece al pueblo venezolano. Su propósito es que el premio regrese con ella a Venezuela como un símbolo de resistencia y esperanza colectiva. Pero también como un recordatorio —según sus palabras— de que la comunidad internacional no puede “normalizar” la situación política del país.
En Oslo, su mensaje fue claro: Venezuela necesita aliados firmes y gobiernos que no miren hacia otro lado. Y en esa apelación, el Gobierno español quedó de nuevo en el centro del debate.
