Los bombardeos no paran, Gaza sufre otro día de “Lluvia de bombas”
La Chispa te habla de que la situación en Gaza sigue siendo crítica y los bombardeos no paran, afectando a miles de residentes que viven bajo constante temor. Aviones de combate, artillería y tanques israelíes bombardearon ayer zonas al sur de Jan Yunis, la segunda ciudad más grande de la franja de Gaza, pese a un “alto el fuego” vigente, según informó Al Jazeera. La tensión humanitaria crece y la población busca entender cómo protegerse mientras la violencia continúa.
Impacto de los bombardeos en la vida diaria
Residentes reportan que las fuerzas israelíes continúan la demolición de edificios residenciales en el campo de refugiados de Bureij, en el centro de Gaza, mientras drones lanzan granadas sobre áreas densamente pobladas. Este escenario hace que los bombardeos no paran, dejando a familias sin hogar y con acceso limitado a servicios básicos. La vida cotidiana se ha convertido en un constante riesgo, y la incertidumbre sobre la seguridad es palpable.
Robo de ayuda humanitaria y reacción internacional
El mando militar de Estados Unidos para Oriente Medio (Centcom) alertó que presuntos operadores de Hamas saquearon un camión de ayuda destinado al norte de Jan Yunis. Marco Rubio destacó en redes sociales que “este robo socava los esfuerzos internacionales en apoyo del plan de 20 puntos del presidente Donald Trump para brindar asistencia crucial a civiles inocentes”. Esta situación agrava la crisis humanitaria y refleja la dificultad de coordinar ayuda efectiva en medio del conflicto.

Cuerpos entregados y tensión política
Israel informó que los tres cuerpos entregados no pertenecen a ningún rehén capturado por Hamas. La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confirmó la información. Las Brigadas Ezedin al Qasam declararon que la entrega de restos busca detener reclamos de Israel, evidenciando un conflicto persistente en lo político y lo militar.
Consecuencias sobre la población y estadísticas de muertos
Tras una semana de ataques, la población pierde confianza en el alto el fuego. Sumaya Dalul, residente de 27 años, expresó que “la vida no tiene sentido” debido a la falta de recursos básicos. El número de muertos desde el inicio de la tregua el 11 de octubre alcanzó 266 personas. El médico Hussain Abu Munir señaló que aunque no enfrenta ataques directos diariamente, la sensación de inseguridad es constante. Esta situación demuestra cómo los bombardeos no paran, afectando tanto la vida como la estabilidad emocional de los habitantes.
Apoyo y postura internacional
Jordania reafirmó su papel estrictamente humanitario y diplomático, rechazando participar en operaciones militares. Alemania solicitó un mandato legal para fuerzas internacionales, mientras Turquía negocia con grupos de resistencia islámica. La coordinación internacional busca garantizar un cese al fuego efectivo y asistencia humanitaria.
