La oposición muere
Lo que la oposición consideró el principio del fin del gobierno de la 4T, se convirtió en su propia tumba.
La principal causa de esta derrota es el alejamiento de la oposición de los ciudadanos. No los conocen, no saben cómo reaccionan, están tan alejados de la población que ningún proyecto de comunicación funciona por elaborado o costoso que sea.
La organización de la marcha fue tan elaborada y les llevó tanto tiempo que esperaban algo grande, espectacular, contundente y definitivo. La inversión extraordinaria no corresponde a los resultados.
Una vez más y para sorpresa de nadie, el PAN volvió a quedar en ridículo y se le cayó la máscara respecto a que no hubo partidos en la marcha, cuando en realidad los trabajos que pagaron a través del contrato firmado con Edson Saúl, los desmienten.
Por su parte el beneficiario Edson Andrade Lemus había afirmado que “nadie me paga por trabajar”, que no trabajaba para ningún partido y que el movimiento al que pertenece estaba desprovisto de partidos, cuando apareció el contrato firmado en febrero del presente año por el representante legal del PAN, Maestro Óscar Agüero Zúñiga.
El joven decía que nadie lo financiaba y que nada tenía que ver con los partidos, y el PAN aseguraba que nada tenía que ver con la marcha, ni con los bots, ni con la aceptación artificial, cuando uno de sus convocantes era vocero de Xóchitl Gálvez.
El PRI, a partir de la marcha del 15 de noviembre mostró su desesperación también aceleró su paso hacia el sepulcro, para que los prisioneros no hablaran en los separos y descubrieran que la generación Z nada tenía que ver con los contingentes, los jóvenes prácticamente no asistieron, ni los estudiantes, nadie productivo estuvo ahí. Eran porros.
Un prófugo de la justicia, convertido en senador, habla de autoritarismo, luego de que no ha sido detenidos por un sinnúmero de delitos, a pesar de su fuero.
Desde luego Ricardo Anaya, se autodenomina perseguido político y denomina a los delincuentes detenidos, presos políticos.
Se trata de un intento por ver a la población como tontos. En una falta de respeto total por los ciudadanos, PAN y PRI trataron de hacer creer que nada tenían que ver, cuando, en realidad invirtieron tiempo y dinero en el proyecto de la manifestación que consideraron sería la caída de la 4T.
Los verdaderos militantes de la Generación Z, son tan pocos en México y su proyecto es tan frágil, que ni siquiera piensan en denunciar al PAN y al PRI por usar su nombre. Los jóvenes integrantes de esta generación desconocen la vulnerabilidad de una organización producto sólo del marketing en redes.
La inestabilidad de la oposición no sólo es emocional o por crisis de proyectos o la ausencia de cuadros, en el caso del PAN nunca han tenido menos afiliados. Están en su peor momento, que necesitan de disfraces para no mostrar su miseria numérica.
Con Fox se afiliaron 30,808; en el sexenio de Calderón, 40,365, con Peña, 85,9’008, con López Obrador; 81,401, ahora que se abrieron las puertas al pueblo, a un año del actual sexenio llevan sólo 8,279, y difícilmente aumentará esa cifra.
En el PRI prácticamente no hay nuevos afiliados desde hace años; al contrario, se han dado de baja, de acuerdo con reportes de 2023, el PRI pasó de tener más de 6 millones de militantes registrados a menos de 1.3 millones, lo que representa una caída de más del 79 por ciento.
A esto habrá que sumar quienes simplemente abandonan las filas sin avisar a nadie, que no son pocos.
La oposición se exhibió como fraudulenta, mostrando engaños a la población. Con máscaras, sin representación real sino como producto del engaño.
Queriendo imponer un descrédito terminó desacreditada una oposición, que habla un idioma que la población no entiende.
