¿La comida afecta al TDAH? Estudio demuestra que los alimentos ultra procesados si influyen
La Chispa trae noticias sobre la salud, pues expertos en salud y salud mental se preguntaron si ¿la comida afecta al TDAH?. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es uno de los diagnósticos más comunes en la infancia, y aunque el tratamiento farmacológico y la terapia son esenciales, cada vez hay más evidencia de que la alimentación también puede desempeñar un papel clave en el manejo de los síntomas.
¿Cómo influye la comida en el TDAH?
Diversos estudios han demostrado que lo que comemos afecta profundamente cómo funciona nuestro cerebro. En el caso de los niños con TDAH, esta relación parece aún más marcada. Aunque la causa del TDAH es multifactorial, la evidencia apunta a que ciertos alimentos pueden agudizar o suavizar los síntomas, según cómo se metabolizan en el cuerpo del niño. Entonces, ¿la comida afecta al TDAH? La respuesta es sí, en muchos casos.
Nutrientes que impactan el TDAH
Los nutrientes como las proteínas, los ácidos grasos omega-3 y los carbohidratos complejos aportan una fuente sostenida de energía para el cerebro, lo cual ayuda a regular la atención, el estado de ánimo y el comportamiento. Por el contrario, el exceso de azúcar, alimentos ultraprocesados y colorantes artificiales puede provocar picos de energía seguidos de fatiga, alteraciones del ánimo e impulsividad. La doctora Eileen A. Dolan, especialista en pediatría del desarrollo, explica que los niños con TDAH suelen tener una mayor sensibilidad a los efectos de ciertos alimentos.

Azúcar y aditivos alimentarios: ¿Enemigos del TDAH?
Algunos niños con TDAH son más susceptibles al azúcar o a los aditivos alimentarios que otros niños. Esto puede reflejarse en cambios de comportamiento casi inmediatos. Un desayuno compuesto por una barrita azucarada y un jugo industrial, por ejemplo, podría generar una sobreestimulación seguida de un bajón energético, dificultando que el niño mantenga la concentración en clase. En cambio, un desayuno con huevos, avena y fruta puede estabilizar su energía y mejorar su rendimiento cognitivo.
La importancia de la hidratación
Además, la hidratación juega un papel subestimado. Incluso una deshidratación leve puede reducir la atención y provocar irritabilidad. Es vital fomentar el consumo regular de agua a lo largo del día para mantener al niño enfocado y equilibrado.
Siete claves nutricionales para controlar el TDAH
1. Omega-3 para apoyar el desarrollo cerebral
Los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados grasos como el salmón, han mostrado beneficios modestos en el control del TDAH. Estos lípidos esenciales promueven la salud neurológica y podrían potenciar la función ejecutiva, aunque los resultados aún son mixtos y se necesitan más estudios.
2. Proteínas para mejorar la concentración
Las proteínas estimulan la producción de dopamina, un neurotransmisor clave en la regulación de la atención. Incorporar carnes magras, huevos, tofu o legumbres en las comidas principales puede mejorar la estabilidad emocional y el enfoque del niño.

3. Carbohidratos complejos como fuente de energía constante
A diferencia de los carbohidratos simples, como el azúcar refinado, los cereales integrales liberan glucosa de forma sostenida, evitando altibajos energéticos. Desayunos con avena, pan integral o arroz integral pueden contribuir a una mejor autorregulación.
4. Hidratación para una función cerebral óptima
El agua es esencial para el metabolismo neuronal. La deshidratación leve se relaciona con una reducción en la memoria a corto plazo y la concentración. Incentivar el consumo de agua en vez de refrescos o jugos azucarados puede marcar una diferencia significativa.
5. Reducción de azúcar y alimentos ultraprocesados
Aunque el azúcar no causa TDAH, su consumo excesivo puede exacerbar síntomas como la hiperactividad y la falta de atención. Reemplazar golosinas con frutas frescas y limitar los alimentos envasados ayuda a estabilizar el comportamiento.

6. Evitar colorantes y aditivos artificiales
Algunos colorantes alimentarios, como el amarillo 5 y el rojo 40, han sido asociados con una mayor incidencia de conductas impulsivas. Aunque la evidencia no es concluyente, algunos médicos recomiendan limitar su consumo en niños con TDAH como medida preventiva.
7. Registro de alimentos y síntomas
Llevar un diario nutricional puede ayudar a identificar patrones entre lo que come el niño y los cambios en su comportamiento. Esta herramienta resulta útil para realizar ajustes informados y compartir observaciones con pediatras o nutricionistas.
