LA BARREDORA DE ADAN AUGUSTO
No cabe duda que el Gobierno de Claudia Sheinbaum se ha convertido en la jefa de uno de los más grandes carteles delincuenciales. Así de simple la circunstancia que ha estado capoteando la Mandataria con las pillerías delincuenciales de sus principales colaboradores, que hasta ahora han puesto en riesgo a la misma mandataria, porque no quiero pensar que ella misma haya sido quien construyó el entramado delincuencial que hasta ahora mantiene en su gobierno.
El caso de la delincuencial “barredora” no es algo pequeño o cualquier cosa, porque hasta hora ha sido un caso delincuencial que ha provocado muchas muertes, y lo peor es que nadie se ha hecho cargo de esa célula delincuencial, es más, la propia Presidenta no ha hecho ningún pronunciamiento que le indique a los mexicanos que ella no tiene nada que ver con esa célula delincuencial.
Pero también los mexicanos tendremos que exigir que se nos informe cuáles serán los delitos que se les imputaran, porque no es algo pequeño el hecho de que el señor Adán Augusto López tenga un encargo importante en el Gobierno de este país cuando tiene la cola llena de lodo, y lo peor de todo es que su cercanía con el crimen organizado ha puesto en peligro al propio gobierno de la Señora Sheinbaum.
No cabe duda que hasta ahora estamos en una negra etapa de nuestro devenir histórico, y eso quiere decir que hasta ahora nuestra circunstancia como nación ha sido apabullada por esa criminalidad que hasta ahora tiene y mantiene las riendas de este país, que por cierto no cuenta con los tamaños suficientes como para conjuntar a los mexicanos inconformes para sacudirnos ese yugo de la KAKISTOCRACIA de la 4T.
México y los mexicanos no merecen lo que les ha estado pasando en estos años recientes, pero la culpa es de los mismos ciudadanos que por desgracia hasta ahora no han sabido reaccionar la circunstancia que seguimos viviendo donde la criminalidad se ha enquistado en las estructuras gubernamentales desde donde siguen medrando de los caudales públicos que hasta ahora les ha permitido un enriquecimiento ilícito.
México y los mexicanos no merecemos un destino como el que nos ha endilgado Andrés Manuel López Obrador, nunca antes padecimos lo que ahora estamos viviendo, y eso quiere decir que somos nosotros mismos los que hemos aceptado esta circunstancia, y podemos tener la seguridad de que este gobierno no cuenta por el momento con esa valentía que antaño nos sacó del atolladero. Pobre país, pobres mexicanos. Al tiempo.
