Trump y Xi Jinping dialogan por teléfono en plena tensión comercial entre EE. UU. y China
La Chispa te trae lo último sobre las tensas relaciones entre Estados Unidos y China: Donald Trump y Xi Jinping dialogan en medio de un panorama internacional marcado por el aumento de aranceles, el estancamiento de negociaciones y la creciente incertidumbre económica global. Esta llamada telefónica entre ambos líderes podría representar un punto de inflexión… o el inicio de un nuevo enfrentamiento comercial.
Contexto actual: tensión entre Washington y Pekín
El presidente Donald Trump y el mandatario chino Xi Jinping sostuvieron una conversación telefónica el jueves. La agencia estatal Xinhua informó que la llamada se realizó “a instancias” de Trump, aunque sin revelar detalles sobre su contenido. La Casa Blanca, por su parte, no ofreció comentarios inmediatos.
Las relaciones entre ambas potencias se encuentran en un punto delicado, luego de que las negociaciones comerciales se estancaran tras el acuerdo alcanzado el pasado 12 de mayo, el cual tenía como objetivo la reducción mutua de aranceles.
Trump y Xi Jinping dialogan tras meses de silencio diplomático
Hasta esta reciente llamada, Trump y Xi Jinping no habían dialogado en más de cinco meses, pese a múltiples declaraciones del líder republicano que indicaban que la conversación era inminente. La falta de comunicación generó más incertidumbre entre analistas y mercados.
Durante una entrevista con la revista TIME en abril, Trump mencionó una supuesta llamada de Xi, pero el gobierno chino negó que esa conversación haya tenido lugar. Esta disparidad entre versiones solo intensificó la confusión en torno a las relaciones diplomáticas bilaterales.
Acusaciones cruzadas y desconfianza persistente
Ambas partes se acusan mutuamente de incumplir compromisos. Trump declaró que China había “violado totalmente” el acuerdo de mayo, mientras que el Ministerio de Comercio de China respondió que Estados Unidos había aplicado “medidas restrictivas discriminatorias”, entre ellas la revocación de visados de estudiantes chinos.
Las tensiones no sólo afectan a las políticas comerciales, sino también a la diplomacia cultural y académica, con repercusiones en múltiples niveles de la relación bilateral.
Nuevos aranceles aviva tensión
La escalada continúa. Antes de que se hiciera pública la llamada entre ambos líderes, China reaccionó enérgicamente ante la decisión de Estados Unidos de aplicar nuevos aranceles del 50% al acero y aluminio.
He Yongqian, portavoz del Ministerio de Comercio, denunció esta medida como un ejemplo de proteccionismo que “perturbará gravemente la estabilidad de las cadenas industriales de suministro globales” y violará las reglas de la OMC.
Aunque China no es uno de los principales exportadores de estos materiales a EE.UU., la medida es interpretada como un mensaje geopolítico más que económico.
¿Tregua o guerra comercial entre EEUU y China?
La gran pregunta es si esta conversación representa una tregua a la guerra comercial entre EEUU y China o simplemente una pausa estratégica. Analistas se muestran escépticos. Las recientes acciones del gobierno estadounidense, incluyendo el endurecimiento de su política migratoria hacia ciudadanos chinos, indican que la desconfianza sigue latente.
A pesar de la cordialidad superficial en los mensajes oficiales, el clima de competencia por la hegemonía económica y tecnológica persiste. Las próximas semanas serán clave para determinar si la llamada fue solo simbólica o si marcará un verdadero reinicio en las negociaciones.
Trump y Xi Jinping dialogan en plena crisis comercial global: Panorama y consecuencias económicas
Los mercados internacionales reaccionaron con cautela tras la noticia de que Trump y Xi Jinping dialogaron. Mientras algunos índices mostraron una leve recuperación, otros se mantuvieron estables a la espera de medidas concretas.
Expertos en economía internacional destacan que este tipo de gestos diplomáticos pueden tener un efecto placebo en los mercados, pero si no van seguidos de acuerdos tangibles, el impacto es limitado.
Además, las industrias tecnológicas, agrícolas y manufactureras siguen siendo las más expuestas a nuevas medidas arancelarias. Si bien EE.UU. eximió al Reino Unido de los nuevos impuestos, no hay señales de que se extiendan otras exenciones similares.
