Trump amenaza con imponer aranceles del 250% a medicamentos importados


En un anuncio que ha estremecido a la industria farmacéutica global, Donald Trump amenaza con imponer aranceles del 250% a los medicamentos importados. En declaraciones recientes a CNBC, el presidente afirmó que comenzará con un “pequeño arancel”, pero lo elevará progresivamente hasta llegar a un 250%. Aunque ya ha lanzado amenazas similares, esta nueva declaración ha generado una ola de incertidumbre entre farmacéuticas, inversionistas y consumidores.
Trump amenaza con imponer aranceles del 250% a medicamentos: ¿Qué dijo exactamente?
Durante una entrevista con CNBC, Donald Trump afirmó que tiene la intención de imponer tarifas iniciales a medicamentos importados y aumentar progresivamente esa carga. El plan es que en un periodo de entre un año y año y medio los aranceles puedan escalar desde un nivel bajo hasta alcanzar el 250%. Esta cifra representa la amenaza más agresiva que ha emitido hasta ahora contra las farmacéuticas internacionales.
“Queremos que los productos farmacéuticos se fabriquen en nuestro país”, declaró Trump, justificando así su política proteccionista.
Trump ya había anunciado aranceles a productos farmacéuticos como parte de su estrategia para incentivar el retorno de la producción farmacéutica a Estados Unidos. Esta medida, según argumenta, es crucial para garantizar la seguridad nacional y reducir la dependencia del extranjero.
Impacto de los aranceles en la industria farmacéutica global
Los efectos de los aranceles de Donald Trump no tardaron en sentirse. Las principales compañías del sector han advertido que una tarifa de este calibre provocaría:
- Aumento de costos de medicamentos.
- Desincentivo a la inversión extranjera en EE. UU.
- Interrupción en las cadenas de suministro críticas.
- Riesgos para los pacientes dependientes de tratamientos importados.
En un esfuerzo por mitigar el daño, compañías como Eli Lilly y Johnson & Johnson han comenzado a anunciar nuevas inversiones en territorio estadounidense. No obstante, la incertidumbre reina, especialmente considerando los cambios de postura previos de Trump sobre medidas arancelarias.
¿Medida de seguridad nacional o presión comercial?
La administración justificó sus acciones bajo la Sección 232, una herramienta legal que permite evaluar si las importaciones amenazan la seguridad nacional. En este contexto, la administración sostiene que la falta de producción local de medicamentos representa un riesgo para la soberanía sanitaria de Estados Unidos.
Sin embargo, críticos argumentan que estas medidas son más bien una táctica de presión comercial para obligar a las farmacéuticas a invertir localmente, sin una evaluación realista del impacto en los pacientes ni en el sistema de salud.
La presión directa de Trump a las farmacéuticas
La semana pasada, Trump envió cartas a 17 farmacéuticas exigiendo compromisos concretos para reducir los precios de sus medicamentos antes del 29 de septiembre. Entre las medidas solicitadas, destaca ofrecer la cartera completa de medicamentos al precio más bajo disponible en otros países desarrollados para los beneficiarios de Medicaid.
Las empresas aún evalúan su respuesta, pero el tono del mensaje es claro: Trump está dispuesto a usar todas las herramientas disponibles —incluidos aranceles extremos— para forzar un cambio.