Papa Francisco invita a cuidar la vida interior y separarse “un poco” del celular
El papa Francisco, durante su rezo del Ángelus, recomendó cuidar la vida interior y no estar tan pendiente de la apariencia, para ello, invitó a separase “un poco” de los teléfonos celulares, con la finalidad de poder escuchar a los demás.
Francisco se pronunció así al comentar la parábola de las diez vírgenes, reflexionando sobre los conceptos de sabiduría y necedad desde la ventana del Palacio Apostólico, ante unos 20 mil fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro, según la Gendarmería vaticana.
“Miramos a nosotros mismos y nos percatamos de que nuestra vida corre el mismo riesgo: muchas veces se está muy atento a la apariencia, lo importante es cuidar la propia imagen y quedar bien ante los demás, pero Jesús dice que la sabiduría de la vida es otra cosa”, sostuvo.
Asimismo, dijo que, lo sabio y correcto es “proteger lo que no se ve pero que es más importante”, es decir, “custodiar el corazón”.
De igual forma, el Pontífice explicó que, siempre va a funcionar el “saber detenerse para escuchar al propio corazón y vigilar los propios pensamientos y sentimientos”.
“¿Cuántas veces no sabemos qué ha ocurrido en nuestro corazón, ¿qué ha ocurrido dentro de nosotros? La sabiduría significa saber dar un lugar al silencio para ser capaces de escucharnos a nosotros mismos y a los demás”, alegó.
También agregó: “Esto quiere decir renunciar a un poco de tiempo pasado delante de la pantalla del teléfono para ver la luz en los ojos de los demás”.
Francisco pide ayuda a Gaza y liberación de los rehenes
El Pontífice nuevamente retomó las condiciones en que se encuentra la Franja de Gaza. y llamó a la sacralidad de la vida humana, sin distinciones.
Así nuevamnete pidió que en Gaza, se ayude de inmediato a los heridos, se proteja a los civiles y se entregue mucha más ayuda humanitaria a esa población exhausta. Los rehenes, entre los que se encuentran numerosos ancianos y niños, deben ser liberados. Todo ser humano, ya sea cristiano, judío, musulmán, de cualquier pueblo y religión, todo ser humano es sagrado, precioso a los ojos de Dios y tiene derecho a vivir en paz. No perdamos la esperanza: oremos y trabajemos incansablemente para que el sentido de humanidad prevalezca sobre la dureza de los corazones.