La teoría de la pizza del Pentágono, una de las teorías conspiranoicas más curiosas
Está vez en La Chispa no te traemos una noticia como tal, si no una nota informativa sobre una curiosidad, la teoría de la pizza del Pentágono. ¿Y si pedir una pizza cerca del Pentágono anunciara la perdición? Ese es el núcleo de la persistente teoría de la pizza del Pentágono, o “pizzómetro del Pentágono”. Popularizada por el portal ‘The Takeout’, esta tesis descabellada pero tentadora está resurgiendo tras hacerse viral el año pasado.
Origen secreto: la Guerra Fría y la pizza
Durante la Guerra Fría, los servicios de inteligencia soviéticos detectaban patrones de comportamiento insólitos. Uno de ellos era el aumento de pedidos de pizza a edificios clave como la CIA o el propio Pentágono. Frank Meeks, franquiciado de Domino’s en Washington D.C., fue testigo de un pico repentino de entregas el 1 de agosto de 1990, justo antes de la invasión de Kuwait por Irak, lo cual detonó la Guerra del Golfo. Esta observación accidental se convirtió en la semilla de lo que hoy conocemos como la teoría de la pizza del Pentágono.
Aumentos de pedidos: ¿alerta roja encubierta?
En diciembre de 1998, Meeks volvió a notar un aumento anormal de pedidos durante las audiencias del juicio político a Bill Clinton. Esto reforzó la percepción de que algo grave estaba ocurriendo cuando el Pentágono pide más pizza de lo usual.
Por eso, cuando alguien nota muchas motos de entrega cerca del Departamento de Defensa, algunos ya sospechan que algo importante se cuece. Literalmente. La teoría de la pizza del Pentágono vuelve a cobrar vida en redes sociales cada vez que hay movimientos sospechosos en Washington D.C.
¿Coincidencia o patrón real?
Aunque parezca parte de una historia conspirativa, esta teoría ha sido mencionada en foros de inteligencia, TikTok e incluso círculos de analistas. “Una pizza más, una bomba menos”, se ha bromeado. Aun así, esta curiosa teoría conspirativa moderna no deja de llamar la atención de quienes desean saber lo que pasa en el mundo sin esperar a los noticieros.
