Gobierno de EEUU apoya a Nayib Bukele y descarta que sea un dictador


El Gobierno de EEUU apoya a Nayib Bukele y, lejos de catalogarlo como dictador, ha defendido los recientes cambios políticos en El Salvador. Esta postura ha generado reacciones divididas, tanto dentro como fuera del país, especialmente después de la aprobación de reformas que amplían los mandatos presidenciales.
Gobierno de EEUU apoya a Nayib Bukele y descarta acusaciones de dictadura
El gobierno de Estados Unidos afirmó que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, no debería ser equiparado con mandatarios de países considerados dictaduras, después de que el Congreso de El Salvador aprobara una reforma para la reelección indefinida.
Bukele compartió el martes en X la declaración oficial de apoyo estadounidense. Un día después, el Departamento de Estado aseguró que el cambio constitucional fue realizado por una Asamblea “elegida democráticamente” y que corresponde a los salvadoreños decidir cómo gobernar su país.
Postura oficial de Estados Unidos sobre las reformas en El Salvador
El comunicado del Departamento de Estado rechazó cualquier comparación entre el proceso legislativo salvadoreño y regímenes autoritarios en otras partes de la región.
La reciente aprobación de mandatos presidenciales indefinidos ha despertado advertencias de observadores internacionales y de la oposición, quienes consideran que esto podría marcar el fin de la democracia salvadoreña. La Asamblea Legislativa también amplió los mandatos presidenciales de cinco a seis años.
Juan Pappier, subdirector para las Américas de Human Rights Watch, lamentó que el Gobierno de EEUU apoya a Nayib Bukele a pesar de que, según su visión, este respaldo podría debilitar la credibilidad de Estados Unidos frente a otros gobiernos autoritarios.
El arzobispo José Luis Escobar Alas también instó a reconsiderar la reforma y a consultar al pueblo para garantizar la legitimidad constitucional.
Consolidación de poder y popularidad de Bukele
Bukele y su partido Nuevas Ideas han fortalecido su control político, colocando aliados en las cortes y debilitando organismos de control. A pesar de las críticas, el mandatario sigue gozando de alta popularidad gracias a su guerra contra las pandillas, lo que ha traído mayor seguridad, aunque con cuestionamientos sobre el respeto al debido proceso.
El presidente defendió las reformas señalando que en Europa existen casos de reelección indefinida. Sin embargo, críticos advierten que estas comparaciones no son válidas, ya que en esos países existen instituciones democráticas más sólidas.
Además, en los últimos meses, el gobierno salvadoreño ha detenido a críticos, reprimido protestas y aprobado leyes restrictivas como la de “agentes extranjeros”, similar a normativas aplicadas en Rusia y Venezuela.
Más de cien activistas, periodistas y abogados han abandonado el país por temor a persecuciones judiciales.